El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tratado de poner al mal tiempo buena cara y ha ripostado diciendo públicamente que derrotarán las sanciones impuestas por Estados Unidos a quienes compren el petróleo venezolano. Los aranceles de 25 % a los productos que vendan a Estados Unidos desde el 2 de abril, ya corrió a China, que compra el 70 % de lo que vende Venezuela, y tras ella ha ido también la megaempresa petroquímica privada de India que es la principal importadora de ese país.
Precisamente una petrolera china había rescatado a PDVSA de su obsolescencia tecnológica y la había enrrutado hacia un mejoramiento de la producción con resultados altamente beneficiosos para las finanzas del régimen de Maduro.
Pero todo puede venírsele abajo con la drástica amenaza del presidente norteamericano. Lo paradójico es que en un momento en que Venezuela tiene petróleo para exportar, no tiene a quien vendérselo porque ningún país pareciera interesado en cazar una nueva pelea con el poderoso gobernante por cuenta de Maduro. La producción estuvo en febrero sobre el millón de barrieres por día (bpd) por segundo mes consecutivo, según cifras oficiales recogidas en un informe publicado el pasado 12 de marzo por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
China le compró ese mes cerca de 500.000 barriles por día (bpd), mucho de ellos para pagar vejas deudas. Ahora operadores y refinadores chinos han anunciado que no comprarán nada en abril. Unos, más cautelosos, están a la espera de decisiones finales desde Estados Unidos, porque los bandazos de Trump han sido notables con los aranceles. Las pequeñas refinadoras privadas, que llaman las teteras también se debaten en la incertidumbre reinante, porque ellas siempre están pendientes de obtener los mejores precios, y el petróleo de Venezuela lo compraban con descuentos hasta de 18 dólares.
India, el otro gran comprador, tampoco va a pelear con Trump
El primer ministro de la India,Narendra Modi, es uno de los amigotes de Trump a quien recibió en Nueva Deli en febrero del 2020 con todas las ceremonias y Modi fue uno de los primeros dignatarios en visitar la Casa Blanca en el arranque del segundo gobierno Trump y no tendría porque ganase un conflicto por cuenta del petroleo venezolano.
India compró en enero, más de 254.000 bpd, la mayoría por el conglomerado Reliance Industries, del hombre más rico de ese país, Muckesk Ambani, que tiene una de las pocas plantas capaz de procesar el crudo pesado de Venezuela, el llamado Merey.
Ahora Maduro se encuentra en el peor de los mundos: con petróleo logrado con mucho esfuerzo y el apoyo de la estadounidense Chevron que tiene licencia hasta el 27 de mayo para operar tras el lobby de sus directivos (su producción es casi una cuarta parte de la de Venezuela) y ahora no tiene a quien venderle. La prórroga la consiguió la petrolera cuando ya estaba en marcha la orden ejecutiva de Trump.
Los otros importadores que son España, Singapur, y pequeños como Vietnam, y Malasia, República Dominicana no se han pronunciado. Queda Cuba, su aliado político, que atraviesa una grave crisis energética, en el 2024 recibió 32.000 bpd, frente a los 56.000 bpd del año anterior.
Colombia ha dado marcha atrás a cualquier negocio, como el de gas que tuvo entre manos. “Colombia no hará ninguna negociación o transacción con Venezuela mientras haya restricciones desde Estados Unidos". dijo el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa.