Tan acostumbrados y resignados estamos en este remedo de país a las medias tintas, hay tanta condescendencia con todo lo malo que nos ocurre, que luego tenemos que leer en los periódicos, revistas y demás medios de comunicación que existen aquí, unos editoriales mezquinos, con unos supuestos rechazos al gobierno actual y a las instituciones encargadas de impartir justicia, el Ministerio de Justicia, y de tener que investigar a quienes delinquen, la Fiscalía, en unos lenguajes y con unos mensajes tan ambivalentes, que queda la impresión, y la sensación, de que más allá de esto no se puede hacer ni esperar más.
O sea que es irregular, y que está mal lo que hacen esas dependencias del Estado al no haber procedido a tiempo para investigar y en sancionar unas actuaciones a todas luces antisociales y delincuenciales, en este caso por las campañas políticas en alguna de las elecciones de turno, específicamente en la costa Caribe, pero que al estar el personaje encargado de hacer esas denuncias, Aída Merlano, ante un gobierno adverso al nuestro, los medios nos tenga que plantear que al mismo tiempo nos estamos enfrentando a una campaña manipulada por ese gobierno enemigo, y por lo tanto, viciada de mentiras, o con objetivos oscuros, lo que la convierte en un seguro ataque despreciable de esos enemigos contra nosotros, cuando somos una sociedad tan caracterizada por la ecuanimidad, la legalidad, por el manejo ponderado de nuestras relaciones con ellos y tan acostumbrados a la correcta actuación de nuestros dirigentes políticos, y en general, de estar viviendo basados en la ética y en la moral.
Así que nos insinúa que no podemos creer que todo sea verdad, en toda esa información que nos está llegando desde allá, transformando la supuesta crítica en un mensaje subliminal, cifrado por las posibles injerencias que le vienen añadiendo la dictadura del país vecino, y el castro-chavismo, quienes desde hace mucho tiempo están trabajando y empecinados en destruir a nuestro país, ayudando a la vez a nuestros enemigos internos, léase a las guerrillas, financiando también a las protestas ciudadanas, y atacando al movimiento político que los subió al poder, y que los respalda, el Centro Democrático, aunque sean quienes desde hace más de veinte años nos vienen conduciendo, con sus esfuerzos, a los niveles más altos de prosperidad, justicia y equidad, así los resultados, las señales y la realidad demuestren que es todo lo contrario.
Considero que con editoriales de este estilo, los medios de comunicación en general actúan como aliados y culpables de la infamia que vivimos, y los pocos neutrales y críticos de ella no se anima a correr el riesgo de convertirse en el faro más luminoso para una sociedad hastiada, desconsolada y desmoralizada por tanta violencia y corrupción, la cual viene siendo patrocinada y generada por ese movimiento político, y por el líder que tienen, suponiendo que por ser mucho mayor el temor que les produce enfrentarse a ese líder y partido político, por asumir esta necesaria misión en un país que se desmorona moral, social y económicamente, sin vislumbrar lo sociedad, mientras tanto, alguna solución cercana.