El comunista de Nicolás Maduro tratara de sacarle todo el provecho a la detención en Venezuela de la exparlamentaria Aida Merlano, no solo por lo que diga , sino que también por lo que el régimen del país vecino quiera que diga en contra de Colombia. La razón: el aislamiento internacional.
No hay duda que la detención de Aida Merlano, es una jugarreta del gobierno de Maduro para llamar la atención de Colombia y así tratar de buscar el reconocimiento de Bogotá. Pero siguiendo el principio marxista de la traición, en donde hay que utilizar a las personas como herramientas, ahora la señora Merlano la convierten en una mercancía de negociación para que, desde Caracas, se coaccione al gobierno de Colombia.
Porque si en Venezuela se encuentran cabecillas terroristas de las Farc y el Eln, que no los han extraditado a Colombia, tampoco van extraditar a la ex senadora. Hasta de pronto le dan asilo, pues el régimen comunista se burla del derecho internacional público y poco le interesa los delitos que la susodicha persona haya cometido en Colombia.
El marxista de Maduro trató al presidente Duque de: “Porky, subpresidente y obtuso” por el caso en mención, principalmente para desviar la atención por la crisis humanitaria que vive Venezuela, porque no hay que olvidar los 5 millones y medio de refugiados que hay en las naciones vecinas incluyendo a Colombia. Y para completar, Maduro dice que quiere restablecer relaciones consulares con Colombia.
Al novelón de Aida Merlano no hay que darle más importancia de la que tiene. Se le conocen sus andanzas en la corrupción electoral en Colombia y por eso fue juzgada y condenada. Todo lo que diga en Venezuela que perjudique a nuestro gobierno no hay que creerlo, porque lo hará bajo la presión que le está ejerciendo la dictadura. O sea que el asunto seria parte de la frivolidad y de la farándula. Ante la soledad regional se apela a cualquier medio para que los reconozcan. Y eso lo hace por el éxito de Juan Guaidó en su reciente gira internacional.