Dos semanas después del monumental fraude electoral en Venezuela, la realidad parece apuntar a que Maduro y su cúpula se atornillaron y no los saca nadie del poder. Por ahora.
No hay señales de parte del gobierno venezolano de negociación alguna para que, a cambio de impunidad, se vayan sus líderes a disfrutar, en algún lado, sus fortunas.
No es para nada claro el papel de los gobiernos de México, Brasil y Colombia. ¿Hay fechas para la exigencia de lo que llaman la “auditoría independiente” de las actas electorales? ¿Qué actores pueden ser “independientes” a gusto de Maduro? Ya el embajador de Colombia en Caracas advirtió que las relaciones diplomáticas con Venezuela siguen y seguirán en firme. ¿Significa una anticipación al desconocimiento del triunfo de Edmundo González?
El régimen venezolano optó por criminalizar a los líderes de la oposición, claros ganadores, y reprimir de forma violenta las protestas y cerrar las puertas a lo que parecería sensato: la negociación de los términos de la salida de Maduro y compañía. Decenas de muertos y desapariciones, miles de detenciones arbitrarias están a la orden del día. Pantomimas para la imposible legitimación de las cifras fraudulentas del CNE por parte del TSJ están en marcha.
¿Dónde está la protesta de Colombia frente a las violaciones de los derechos humanos en Venezuela? Ejemplar la postura de Gabriel Boric, presidente de Chile, catalogado por la dirigencia venezolana y alguna criolla simpatizante de Maduro como de extrema derecha.
Mensajes públicos confusos y contradictorios, poco inteligentes, de parte de Maduro, atribución absurda de cargos y reparto de culpas, incluyendo las que le corresponden a Elon Musk, el señor de X, Starlink y Tesla. No solo orquestó, según Maduro, el incidente de piratería informática para desestabilizar los resultados del 28 de julio, sino que forma parte, dice, de una conspiración más amplia armada entre el imperialismo de los EE. UU., los narcotraficantes y la extrema derecha global. (Hay que decirlo: El señor Musk defiende en X los movimientos de extrema derecha, incluyendo el respaldo a Trump que los cuentahabientes de X tenemos que soportar porque el dueño así lo dispone… Sin embargo, tales preferencias no lo convierten en el orquestador del supuesto lío informático del CNE).
Y, por supuesto, María Corina Machado y Edmundo González, legítimos ganadores, acusados de usurpación de funciones, difusión de información falsa, instigación a la desobediencia y a la insurrección, de manipulación electoral…, obligados a vivir en la clandestinidad.
Lo de quedarse indefinidamente en el poder es de una soberbia que no tiene sustento. Con un salario mínimo inferior a los USD 4, la contracción del PIB en más del 70 % desde que asumió Maduro, el empobrecimiento de más del 80 % de la población, la emigración de cerca de 8 millones de venezolanos (cuya inmensa mayoría son familias compuestas por adultos jóvenes y sus hijos pequeños), los bastiones del chavismo se han volteado (González ganó en Petare, Catia, La Vega, El Cementerio, barrios populares que fueron soporte del régimen hasta hace algunos años). ¿Qué tan sólida es la cohesión de las fuerzas armadas, obligadas a repartir bala?
Hay que sumar la corrupción, que se mide en miles de millones de dólares y, ahora, la represión y el escandaloso fraude electoral, para comprender el grado de indignación popular. ¿Cuál ideología de izquierda? Es una dictadura sin escrúpulo para robar y reprimir, sustentada, por ahora, en los militares, cuyo alto mando hace parte del festín.
En vida de Maduro subieron y cayeron dictaduras en Brasil (en 1964 un golpe militar derrocó a Joao Goulart), Chile (1973), Argentina (1976), Uruguay (1973), amén de las más antiguas de Paraguay, República Dominicana, Haití y Nicaragua.
Maduro se tendrá que ir tarde que temprano. La izquierda que permanecerá en América Latina, será la que tome partido por la democracia, como la de Boric
Maduro se tendrá que ir tarde que temprano. La izquierda que permanecerá en América Latina, la que tendrá futuro político, será aquella que tome partido por la democracia, como la que representa Boric.
María Corina Machado, dirigente sin par por su inteligencia, persistencia y valor, está convocando el sábado 17 de agosto al mundo entero a manifestarse. Un nuevo hito por la democracia en Venezuela y por el reconocimiento a los resultados electorales del 28 de julio.