Para que no quepa la menor duda, en una entrevista en el portal Las2orillas, realizada por Juan Manuel Ospina a la exsenadora Piedad Córdoba, el pasado 27 de febrero, la exparlamenteria expresó: “antes de morir, Hugo Chávez se reunió con Fidel Castro para elegir de sucesor a Nicolás Maduro”, demostrándose que el sátrapa cubano fungía como el soberano absoluto sobre Venezuela nombrando a su virrey, con la complacencia del venezolano que estaba a punto de morir, lo que indiscutiblemente demuestra que Venezuela es una colonia cubana y Maduro es un títere de la camarilla comunista de la isla que le da órdenes.
La exsenadora Córdoba sigue con el mito de los 6 millones de colombianos que viven “felices” en Venezuela, cuando, según el Censo de 2011 en ese país, habían menos de un millón nacidos en Colombia, y sería un imposible que en los últimos años se hayan ido para Venezuela 5 millones de connacionales, ya que por el contrario lo que hicieron fue regresarse acompañados de los millones de refugiados venezolanos, que huyen del hambre y la muerte a que los tiene sometidos el régimen de Maduro que es orientado desde Cuba.
Un próximo paso de la dictadura venezolana dentro de la perversidad comunista, dirigida por el colonialismo cubano, como cortina de humo, será el de buscar un conflicto con Colombia a corto o mediano plazo, y así tratar de consolidar lo que se llama “revolución bolivariana”, llevando a ese país al envilecimiento definitivo, y convirtiendo a la región en un lugar de inestabilidad máxima.
Maduro fue amaestrado por los Castro en Cuba en los años 90 del siglo pasado, por eso el dictador cumple al pie de la letra las instrucciones que le dan desde la isla, con el agregado de que Hugo Chávez, como se sabe, convirtió a Venezuela en una colonia cubana, hollando la dignidad de la patria de Bolívar, ya que Chávez era un nostálgico de la Guerra Fría que nunca admitió la caída del comunismo en Europa oriental, y por eso, estimulado por Fidel Castro, buscaba crear la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Latinoamericanas (URSSL) con capital en La Habana, utilizando la renta petrolera, pues creía que el bodrio del marxismo leninismo era invencible de acuerdo a las fabulas totalitarios que enseña esa doctrina y burocrática.
Venezuela, al igual que los países de la antigua cortina de hierro, satélites de Moscú, no tiene soberanía y sus militares están bajo la instrucción de altos oficiales cubanos expertos en represión, además es notoria la presencia de miles de agentes de la isla, lo que demuestra que la soberanía de la que tanto alardean los comunistas venezolanos está totalmente perdida ante la invasión cubana.
En Latinoamérica han existido muchas dictaduras que por presión de la población se han derribado, pero una dictadura comunista como la cubana, con 61 años, la convierten en la más longeva de esta parte del mundo, y su permanencia en el poder se puede entender únicamente por el carácter represivo del marxismo, que en sus posturas crueles desprecia a las personas, en donde su irracionalidad fundamentada en la barbarie lleva a los ciudadanos a una esclavitud eterna, porque los burócratas en los regímenes comunistas son enfermizos por mantenerse en el poder, y a Venezuela la llevan a una esclavitud igual a la de Cuba, ya que el marxismo por principio es antidemocrático.
Los asesinatos, torturas y desapariciones en Venezuela por parte del régimen que orienta el colonialismo cubano son el pan de cada día, igual que sucede en Nicaragua con Daniel Ortega, en donde la cifra de muertos en las protestas populares se cuentan por centenares, con miles de heridos; siendo curioso que en Bolivia en el 2003, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada tuvo que renunciar, porque en unas protestas hubo 40 muertos con algunos heridos, sin embargo, Maduro y Ortega buscan aferrarse con más sevicia al poder; pues la moral que tienen los burócratas comunistas totalitarios no tiene medida, y por eso el marxismo y la mafia son hermanos.
La emancipación de Venezuela del colonialismo cubano será una nueva independencia de esa hermana república, que ha sufrido por años los rigores del comunismo totalitario que usa diferentes atuendos para engañar a cándidos, pero al final son el mismo tóxico con diferente marca, entonces los demócratas latinoamericanos deben ampliar su solidaridad hacia el sufrido y atormentado pueblo venezolano que enfrenta al peor enemigo de la humanidad en milenios, como es el esperpento del marxismo leninismo, que pretende llevar a nuestros pueblos a su dominación para siempre, convirtiéndolos en colonias cubanas.