“Qué placer estar en una terraza y beber una copa. Pesó a la hora de elegir un destino el saber que aquí los restaurantes están abiertos”, explica una joven francesa que comparte un almuerzo con cuatro amigos en un café de la Plaza de Santa Ana, de Madrid.
Para los numerosos turistas franceses que se encuentran en Madrid, la capital española ofrece la ventaja de contar con cafés y restaurantes que siguen abiertos.
“Estos últimos días, entre el 50 y el 60% de nuestros clientes son franceses”, confirma un mesero del restaurante Santa Ana.
“En Francia estás obligada a volver a tu casa a las 18 horas y no puedes hacer nada”, explica una joven francesa sentada en la terraza de un bar de Madrid, donde el cierre de este tipo de establecimientos tiene lugar a las 21 horas.
Lo mismo ocurre con los espacio culturales (museos, cines, etc.), que también han mantenido sus puertas abiertas. De este modo, los franceses son ahora los primeros turistas extranjeros que visitan el Museo Reina Sofía de Madrid.
“Hace muchísimo tiempo que no podíamos tener un rato de ocio. Aparte acabo de terminar mis exámenes, y me hace mucho bien”, comenta una parisina mientras observa un cuadro de Dalí.
Los franceses se han convertido incluso en la primera nacionalidad en llegar al país. "De momento, los franceses son los primeros en llegadas internacionales. En tiempos normales, siempre son los estadounidenses los que llevan la delantera", explica Héctor Coronel, Director de Turismo de la ciudad de Madrid.
La paradoja es que Madrid está lejos de librarse de la epidemia de Covid-19. Las cifras de contaminación son incluso preocupantes. La tasa de incidencia [el número de pruebas positivas por cada 100.000 habitantes] es casi cuatro veces superior a la de París.