Si de algo no podemos quejarnos los columnistas en Colombia es de falta de tema. Cada semana nos atropellan o acarician, desde todas las direcciones, inmensas tragedias, descarados escándalos, anuncios absurdos y pequeños milagros. En esta última semana el país ha vivido: la dolorosa masacre de campesinos en Tumaco; la declaratoria de ilegalidad de la huelga de pilotos de Avianca; la sentencia de la Corte Constitucional que blinda el Acuerdo de Paz; la condena por homicidio de los constructores y calculistas del edificio Space en Medellín; múltiples denuncias y condenas por abuso sexual y violencia contra menores por todo el país y la salida del partido de Kiko, Oneida y del dream team de la parapolítica de la lista de clientes del actual Gobierno. Cada uno de estos acontecimientos da para una columna "carnuda". Y si miramos hacia afuera hay tela para cortar en Cataluña o la fugaz república; en EU con la amenaza “madura” de Trump a NBC sobre la posibilidad de revocar su licencia y con el primer día de clase de la Nobel de Paz, Malala, en Oxford
Pero hoy quiero hablar de una tragedia convertida en milagro. “¡Vamos pa´l Mundial hijueputa!” James habló por todos desde la cancha del Estadio Nacional. Cuando el árbitro brasileño pitó el final del partido con los peruanos, el país entero soltó un madrazo a la vez desafiante, orgulloso, agradecido y cansado. Salíamos airosos de una eliminatoria larga y complicada y nos ganábamos el cupo directo para nuestro sexto mundial.
Cinco días antes a la misma hora también estábamos lanzando madrazos. “Perdimos hijuepueta”. Con rabia, sorpresa y resignación vimos cómo en cuatro vertiginosos minutos el tiquete de Rusia se esfumó entre las manos de Ospina. Para ser justos el partido fue un festival de errores y un homenaje a la desconcentración. Cuadrado no la soltaba, James no la tocaba y Cardona se había quedado sin gasolina temprano. No fue un partido digno de clasificación.
Pero en este momento, me interesa más la situación de nuestros goleadores, James y Falcao, en los últimos 4 años, que lo sucedido en la cancha en los últimos partidos.
Entre los dos han marcado 21 goles en eliminatorias mundialistas. Falcao es en este momento el mayor anotador de Europa y James obtuvo el botín de oro del pasado mundial y en esta eliminatoria es quien más tantos ha anotado. Con 31 y 26 años respectivamente, nuestra llave goleadora tiene aún partidos y goles por delante. Sin embargo, creo que a la par, e incluso por encima, de los logros deportivos que figuran en las estadísticas, los videos de Youtube y en los titulares de prensa, Falcao y James han logrado superar retos monumentales por fuera de la cancha que los han fortalecido y permitido los éxitos recientes.
Comentaristas sangrones, sentenciaron a Falcao al fracaso y al olvido.
“Exfutbolista” fue uno de los más dolorosos epítetos
La lesión de Falcao hace 3 años y 9 meses no solo lo sacó del Mundial sino que lo alejó del fútbol varios meses más. Aficionados, pero sobre todo comentaristas sangrones, lo sentenciaron al fracaso y al olvido. “Exfutbolista” fue uno de los más dolorosos epítetos que le colgaron durante su dolorosa recuperación y reaparición. El Tigre nunca bajó la guardia y a punta de valor, disciplina y arrojo, con el golazo de cabeza contra Brasil (empate sin el cual no hubiéramos llegado) y con su liderazgo como capitán, obtuvo una segunda hermosa oportunidad de jugar un Mundial.
A James lo han sentado los esquemas tácticos y no las lesiones. Después de llegar al Real Madrid con la número 10, y un espacio para jugar bajo la dirección de Ancelotti, entre Rafa Benítez, Zidane y un crac llamado Francisco Román Alarcón, Isco, lo pusieron a calentar banca. Este año la suerte parecía estar otra vez de su lado cuando se fue al Bayern Munich, nuevamente con Ancelotti, pero solo un mes después de llegar ya el italiano estaba afuera y con él muy seguramente el propio James. La rabiosa celebración del gol de la clasificación el martes tuvo mucho de reencuentro y de superación.
Entre Rafa Benítez, Zidane y un crac llamado
Francisco Román Alarcón, Isco, pusieron a James a calentar banca
Jerarquía en el fútbol quiere decir algo así como la mezcla entre la capacidad de organizarse, mantenerse o recuperarse para ganar. Es a la vez una forma y un resultado. En la jerarquía no solo hay experiencia, sino también necesariamente mucho corazón y mucha entrega. Salir a jugar un gran partido en Lima después de la catástrofe contra Paraguay. Volver al gran nivel previo a la lesión para darse otra vuelta por el Mundial y no perder ni el gol ni la titularidad a pesar de no estar en los planes de los técnicos, eso es jerarquía.
Creo que la selección nos va a sacar mucho buen madrazo el año entrante.