Lo peor de la derrota de Macri es que intenta revertirla con medidas populistas, de las que él, su equipo económico y sus asesores económicos tildaban hasta ayer de populistas. Me refiero a las subidas de salarios, la congelación de los precios de los combustibles, la supresión del IVA para los productos básicos de la canasta familiar, subsidios para los hijos de los jubilados e incremento de becas para los estudiantes más pobres…Todas medidas insuficientes y con fecha de caducidad: los 90 días separan de las elecciones presidenciales en la que el candidato mayores posibilidades de ganar es el peronista Alberto Fernández que le sacó más de 20 puntos de ventaja en las elecciones primarias y obligatorias celebradas hace una semana. O sea, las medidas que vengo de citar han sido diseñadas solo para ganar unas elecciones y no para sanar la economía ¿Puede haber algo más populista que esto? ¿Dónde ha quedado el rigor presupuestario, el equilibrio macroeconómico, el manejo responsable de la política económica y demás lemas que los neoliberales esgrimen darse respetabilidad científica y para usarlos como armas arrojadizas en contra de quienes descalifican como populistas? Arrojados por la borda, como se arroja lastre en una embarcación a punto de naufragar. De hecho varios analistas políticos argentinos han denunciado que el gobierno de Macri en vez de concentrarse en resolver problemas tan graves y graves como la devaluación de golpe y porrazo de un 30 % del peso argentino y el desplome de la Bolsa, está modo de campaña electoral, centrando todos sus esfuerzos y movilizando todos los recursos a su disposición con el único propósito de revertir sus pésimos resultados electorales para conseguir la reelección. Al precio que sea.
¿Dónde ha quedado el rigor presupuestario,
el equilibrio macroeconómico, y demás lemas de los neoliberales?
Arrojados por la borda
Pero, la verdad sea dicha, a mí no me sorprende esta flagrante irresponsabilidad de Macri. Desde que se hizo con la presidencia, gracias a una muy bien diseñada estrategia publicitaria que hizo blanco sobre todo en la clase media porteña, ha adoptado medidas políticas que no han hecho más que desangrar a la economía y a la sociedad argentina. Subrayo las más perjudiciales: la apertura indiscriminada del mercado nacional. El restablecimiento de las relaciones con el FMI, siempre dispuestos endeudar a los países para mejor controlarlos. La capitulación ante los fondos buitres que se negaron a aceptar los términos de los ventajosos acuerdos de renegociación de la monstruosa deuda externa heredada, conseguidos con grandes esfuerzos por el gobierno de Cristina Kirchner. La supresión de los controles de cambios, diseñados igualmente por el gobierno de Cristina para evitar la fuga de capitales que, una vez suprimidos, ha permitido la fuga a los bancos extranjeros de la mayor parte del préstamo de 57.000 millones concedido por el FMI. Las privatizaciones, el achicamiento del Estado y la reducción de los presupuestos de educación y salud públicas… Eso para no hablar del viraje de 180º en la política internacional: de la Argentina que lideraba, junto con Brasil y Venezuela, los procesos de integración económica y política de América Latina, a la Argentina que obedece de nuevo sin rechistar las decisiones políticas de Washington.
Corrijo: Macri será un irresponsable con respecto a la Argentina pero no con respecto a los poderes que una y otra vez y a lo largo de décadas se han empeñado en desmantelar la economía argentina y en reducirla a la servidumbre.