A un grave problema de salud púbica se encuentran expuestos los habitantes del Bajo Sinú en el departamento de Córdoba como consecuencia de centenares de pollos que murieron ahogados en los galpones de la empresa Mac Pollo, ubicada entre las comunidades de Sarandelo y El Campano.
Representantes de las comunidades, quienes solicitaron mantener sus nombres en reserva, confirmaron que la mortandad de pollo se habría registrado desde hace unas dos semanas cuando el río Sinú rompió y abrió una “boca” a la altura del municipio de Sarandelo e inundó una amplia zona en la que se encuentra ubicada la empresa procesadora y comercializadora de pollo Mac Pollo.
El viernes 3 de septiembre, una comisión de la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) se había comprometido por medio del ingeniero químico Raúl Mesquida Luca y del biólogo Marino Rafael Espinosa Forero, conjuntamente con personal de la Universidad de Córdoba, a adelantar una visita de inspección técnica en las instalaciones de la empresa, ubicada entre las poblaciones de Sarandelo y El Campano, pero hasta el momento no se conocen resultados de la visita.
Para las próximas horas se espera un pronunciamiento oficial de la CVS. Este periodista contactó al biólogo Raúl Mesquida, quien dijo desconocer los resultados de la inspección porque su función solo era la de “coordinar el traslado”. En tanto el biólogo Rafael Espinosa no respondió la llamada.
La semana anterior algunos medios trataron de contactar al veterinario de la empresa, pero se negó a dar declaraciones argumentando que no se encontraba autorizado.
El domingo, al igual que en días anteriores, “en algunas horas del día y al anochecer se perciben olores nauseabundos, una mezcla de químicos y podredumbre, provenientes de la empresa”, dijo un miembro de la comunidad.
Entretanto, en las últimas horas empezó a circular por las redes sociales un video en el que se observa el vertimiento de aguas desde Mac Pollo hasta el río Sinú, distante a unos 50 metros, y en cuyas riberas, aguas abajo, se encuentran numerosas poblaciones, pertenecientes a los municipios de Lorica y San Bernardo del Viento, cuyos acueductos captan el agua del río Sinú.
Por ellos, representantes de las comunidades, vienen haciendo desde hace una semana un urgente llamado a las autoridades ambientales, incluida la CVS y Policía ambiental, y ahora al ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, para que intervengan ante la firma y evitar una epidemia entre los habitantes del Bajo Sinú. “Queremos que la empresa se pronuncie y precise qué es lo que está sucediendo o ha sucedido en su interior y por qué tanto silencia”, dijo un vocero de la comunidad.
De espaldas a la comunidad
La empresa Mac Pollo, al igual que la compañía Colorín, que anteriormente ocupaba la granja de pollos, han desconocido por completo los intereses y aspiraciones de la comunidad. No han puesto en marcha, o al menos se desconoce, un programa de responsabilidad integral en el que involucren al vecindario como parte misma de la empresa.
Nunca se les invita a conocer o visitar sus instalaciones. Tampoco se les capacita en cómo reaccionar ante eventuales emergencia como la que ahora afrontan.
Dado la magnitud de la empresa, tampoco se conoce que hayan constituido brigadas contra incendio o accidentes que afecten a los habitantes, y otras exigencias necesarias en el área de seguridad industrial.
Un miembro de la comunidad explicó que en estos casos se requiere de “un programa de responsabilidad integral entre los objetivos de la empresa para con la comunidad, que busque que los habitantes se sientan seguros y protegidos por la misma empresa, y que no sea mirada como un monstruo”, que en el caso de la granja de Mac Pollo genera, incluso, dicen pobladores, temor.