El mundo del vallenato esta de luto. El ídolo más grande de los últimos 50 años, el Risueñor Cesar, perdió la batalla contra el covid después de una angustiosa lucha que duró dos meses. Permaneció un mes en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Cardiovascular en Valledupar pero fue trasladado en un avión ambulancia el pasado 23 de febrero a Medellín para continuar con su tratamiento. Todo para su pronta recuperación. El Hospital Pablo Tobón es de los mejores centros médicos del país especializado en atender pacientes covid por lo que Jorge Oñate recibirá una mejor atención y cuidado. Sus seguidores y fieles fanáticos, mantuvieron la fe intacta, su familia le cantaba día y noche para estimularlo con la esperanza que despertaría.
Jorge Antonio Oñate, su hijo menor, dio buenas nuevas los días anteriores, declaró que el Jilguero de América había presentado mejoría y esta estable de salud, se habló inclusive de un milagro por el gran avance que mostró una vez fue internado en Medellín. Sin embargo, el más grande representante del folclor se fue este 28 de febrero. La Paz, Cesar lo recuerda más que nunca, el pequeño pueblo que queda ubicado a 15 minutos de Valledupar, en el que nació y vivió hasta que contrajo el virus, lo llora y lo espera. Decretaron 3 días en su honor mientras su cuerpo regresa a su tierra.
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