Lunes santo

Lunes santo

Por: Julian Otoya Tobon
abril 15, 2014
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Lunes santo
Imagen Nota Ciudadana

El pueblo se levantó cansado, con la piel morada por los azotes del sol, la garganta irritada por la ingratitud sorda de una gritadera que nadie escuchó, mirando la ignominiosa presencia del burro dormido en la mitad de la plaza. Todos corrieron a verlo con la determinación de auxiliarlo pero no fue necesario porque el animal estaba no más que dormido en su soledad. El templo lo desbordaba el ruido de los rezos y el alboroto de mercaderes intercambiando cachivaches, animales de ofrenda, especies de olor, esclavos, vírgenes, velas…. El mundo olía a carne asada. Se sentía el humo apestoso pero no se veía el fuego.

El burro no aguantó más el sueño de soledad. Se levantó y caminó sereno, legañoso pero dueño de su equilibrio, hasta que se adentró y ubicó en medio de la multitud bochornosa que casi tumbaba el templo. No tardó en entrar en pánico ante lo aterrador de las imágenes que veía: monedas regadas por todas partes, animales descuartizados, palomas y perdices enjauladas, mujeres empelota, leprosos rascándose, niños mocosos, pueblo hambriento... Distinguió a uno de sus mejores amigos, el que nunca lo montaba pero siempre le daba agua y comida. Le prometió mirándole a los ojos que a él no le iba a pasar nada. Le dijo que iba a echar a todo el mundo a rejo, a flagelo, a patadas y manotadas, pero que no se preocupara porque si se moría como le iba a pasar a la mayoría por pecadores y ladrones y bandidos lo resucitaría para que pudiera seguir dándole agua y comida.

La policía no pudo hacer nada. Hasta los sacerdotes terminaron de patas en la calle llenos de morados y sin un peso. Por primera vez se vio abordar la sonrisa la cara de la gente. El zafarrancho fue tan brutal y democrático que terminó repartiendo todo lo que había dentro y fuera del templo a manos llenas entre todos los moradores y visitantes del pueblo. El amigo del burro se escondió en una tumba pensando que había estallado una revolución. Se hizo de noche.

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