El Partido Democrático Laborista anunció su decisión de apoyar al expresidente después de que su apuesta por Ciro Gomes no pasara al balotaje. Gomes aceptó la decisión a pesar de ser un fuerte crítico de Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva. Con el apoyo, se incrementa la coalición de endosará a 'Lula' en la segunda vuelta electoral a celebrarse el próximo 30 de octubre.
Un apoyo importante a inicios de la campaña por la segunda vuelta electoral que decidirá quién será el próximo presidente de Brasil.
Tras reunirse con la dirección de la agrupación, Carlos Lupi, el presidente del Partido Democrático Laborista, afirmó apoyar “lo que es más próximo” ideológicamente en cuanto a cercanía se refiere, “que es la candidatura de Lula”.
El PDT (por sus siglas en portugués) es una de las referencias históricas de la centroizquierda en el escenario político brasileño.
El candidato de la agrupación en primera vuelta, Ciro Gomes, antiguo ministro de Lula y fuerte crítico de su gestión, también se sumó a la decisión del partido. En un video publicado poco después de darse a conocer el apoyo, Gomes, sin mencionar a 'Lula' ni declararle su respaldo de manera explícita, dijo estar de acuerdo.
¿Quién es Ciro Gomes?
Gomes rompió con su antiguo jefe del Partido de los Trabajadores y no esconde su enemistad hacia él. En varias ocasiones de la actual campaña lo llamó “fascistoide” y sostuvo que fue víctima de una campaña en su contra para favorecer a 'Lula'.
La separación de ambos se dio en el contexto de la campaña electoral del año 2018, cuando el exmandatario fue imputado, apresado por corrupción y su candidatura para ocupar el palacio de Planalto revocada. Causas que luego le fueron anuladas por el tribunal Supremo Federal de Brasil.
Desde entonces jugó un papel crítico tanto con la izquierda como con la derecha, dejando un espacio que fue bien aprovechado por Bolsonaro para llevarse la mayoría de los votos en esa ocasión.
Según las encuestas, Ciro Gomes, exministro de 'Integración Nacional' en el primer mandato del líder sindical, contaba con la tercera mayor intención de los sufragios en el proceso del pasado dos de octubre, aunque terminó cuarto, por detrás de la centroderechista Simone Tebet, una senadora que granjeó notoriedad en la comisión que investigó la gestión de la pandemia por parte Jair Bolsonaro.
El presidente del Partido Democrático Laborista dio a conocer también que el frente que respalda a Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva en el balotaje aceptó sus condiciones para endosar la candidatura.
Entre ellas se encuentran la renegociación de las deudas de las familias más pobres, la acogida de un plan de renta mínima universal y un programa integral de educación para niños y jóvenes.
El directivo aseguró además que el partido o ninguno de sus miembros podrán “omitirse” en momentos en el que Brasil debe elegir por “un aspirante a dictador como Bolsonaro” o “un demócrata como Lula”.
Lula intenta conformar un “bloque democrático” que supere los diez partidos con los que conformó su coalición para estas elecciones. Una tarea poco fácil que significaría convencer a quienes fueron derrotados en la primera vuelta y llevarlos a su terreno.
Lula hace un llamado a la unidad para enfrentarse a Bolsonaro
En una reunión de su comité de campaña, el expresidente y candidato a la presidencia, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva puntualizó que tenían que “cerrar acuerdos con todos los que votaron” por su propuesta.
El evento, realizado este lunes, contó además con la presencia de Gleisi Hoffmann, quien manifestó su intención de obtener además el apoyo de dos candidatas de la centroderecha como Simone Tebet y Soraya Thornicke.
Según Lula, la estrategia de cara a la segunda vuelta es conversar con el que no votó por él, no con el que sí lo hizo.
Lo esfuerzos de la campaña del PT se concentrarán, según insinuó su líder, en Minas Gerais y Sao Paulo, los dos colegios electorales más grandes del país en los que sus planes no funcionaron como tenían previsto.
La segunda vuelta de la elección presidencial se llevará a cabo el próximo 30 de octubre. Una batalla electoral que aumentará aún más la polarización política que se vive en le gigante suramericano, en constante escalada desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro.