Aunque es un hombre poco conocido y con proyecciones casi nulas en la política regional o nacional, a menos que eche mano del uribismo, el señor Luis Peláez ha malgastado su tiempo como diputado de Antioquia para dedicarse a perseguir al Alcalde Daniel Quintero.
Según él mismo lo aseguró, presentó más de 140 documentos que probarían la participación en política por parte de Daniel Quintero.
Sin embargo, ese control político del que se jacta, no ha estado presente en su actividad como diputado de Antioquia, pues Aníbal Gaviria no ha gozado del mismo nivel de saña por sus viajes, sus suspensiones y otras mañas.
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En este punto vale recordar que dentro de las funciones de un diputado no está la de hacer control político a uno de los alcaldes municipales y mucho menos con tal nivel de fijación, pues el control político a un alcalde está en las labores principales del Concejo de las ciudades.
Foto: https://luispelaez.org/
Lo más triste es que el diputado, que pareciera tener un nivel de obsesión por Quintero, no se fija y ni siquiera voltea a mirar los problemas de Antioquia.
Por ejemplo, los altos niveles de violencia, los cuales, en gran parte, son responsabilidad de la gobernación y sus diputados.
Otro de los problemas que olvida controlar el diputado Peláez tiene que ver con el Clan del Golfo, organización delincuencial que hace y deshace en Antioquia y que no merece ni un solo tuit por parte de este diputado, o los largos viajes y permisos del gobernador y un largo etcétera de excusas para no estar.
Por último, un partido como Dignidad, del que hace parte Peláez, se ubica tan a la izquierda que olvida que la tierra es redonda y queda del lado de la derecha y siendo servil a sus intereses.
Así las cosas, Peláez termina siendo un diputado de derecha con máscara de izquierda y con aspiraciones de concejal. Es decir, con más ganas de retroceder que de aportar en el progreso. A tus zapatos, Luis.
