La imagen de Gustavo Petro, Álvaro Uribe, la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, algunos senadores Verdes y liberales y la FARC dejó ver la radiografía de un Congreso que está en constante disputa. Y el artífice de la reunión entre los duros contradictores políticos fue el senador Luis Fernando Velasco, quien le pidió a sus colegas más disímiles encontrarse en una de las salas del capitolio para definir qué va a pasar con los militares que se sometan a la JEP. Aunque el proyecto propuesto por el Centro Democrático de crear una sala especial para las Fuerzas Armadas en el Tribunal de Paz ya ha sido hundida en dos ocasiones, el tema se niega a morir.
Después de los debates surtidos, Velasco habló con cada uno de los presentes para pedirles un nuevo encuentro. Los primeros en llegar fueron Petro, Uribe acompañado de Paloma Valencia, Angélica Lozano y el mismo Velasco. Cuando ya estaban iniciando la discusión, apareció el senador Iván Cepeda acompañado de Pablo Catatumbo, Victoria Sandino y Carlos Antonio Lozada. Posteriormente se fueron sumando otros senadores de la comisión primera como Rodrigo Lara, Armando Benedetti, Roy Barreras y Temístocles Ortega.
Al principio los polos opuestos comenzaron a dar sus ya conocidos discursos sobre la importancia de la JEP, sus debilidades y la situación de los militares, quienes según opinión de varios senadores, merecen un trato distinto. Sin embargo, rápidamente Velasco intervino para pedirles a sus colegas que no se enfrascaran en las mismas palabras y argumentos que nadie pensaba entrar a negociar. La reunión tomó un nuevo rumbo y se empezó a debatir sobre puntos concretos e inquietudes específicas. Según Carlos Antonio Lozada, por primera vez el Centro Democrático reconoció la legitimidad de la JEP y desistió de la idea de crear una nueva sala, aunque sobre la mesa quedó la idea de ampliar el número de magistrados del Tribunal, además de buscar distintas líneas políticas e ideológicas. Al entrar en minucias, que terminaron por remontar la discusión hasta los mismos acuerdos de paz de La Habana, Angélica Lozano pidió llamar a la representante Juanita Goebertus, quien conoció en detalle el proceso de negociación como abogada de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y coordinadora allí de justicia transicional.
Aunque la reunión terminó sin un acuerdo formal, Velasco fue claro al asegurar que era imposible que en dos o tres sentadas se lograra arreglar los problemas del país. Lo que sí se acordó fue volver a encontrarse instalando una mesa formal de diálogo entre varios senadores que cargan con una histórica rivalidad política.