Los contradictores políticos del señor Luis Enrique Dussán López, gobernador del departamento del Huila, se quedaron con los crespos hechos.
Tan pronto supieron que el mandatario huilense había resultado contagiado por el COVID-19, empezaron las conjeturas e imagino que hasta los rezos con chamanes para suplicar al diablo que hubiesen elecciones atípicas en esta sección del país el año entrante.
Algunas dinastías de la política tradicional corrupta del departamento estuvieron hasta este viernes expectantes frente a las noticias acerca de la salud del gobernante, ya que hoy se conoció que salió bien librado.
Cabe anotar que Dussán López, excongresista y expresidente del Banco Agrario de Colombia, hace parte del equipo político que orienta el senador liberal Rodrigo Villalba Mosquera, que, según los entendidos en política, es de los menos malo que tenemos en la tierra del bambuco y los rajaleñas.
Así mismo, vale decir que Villalba, Iriarte y ahora Dussán han gobernado el Huila sin escándalos por presuntos hechos de corrupción; mientras tanto sus contradictores están siendo investigados penal, disciplinaria y fiscalmente por abusos contra el erario público.
Sin embargo, aún no contamos con vías dignas, ni hemos logrado superar en algo la pobreza y el desempleo, que ahora en pandemia se evidenciaron con más fuerza. A trabajar, señor gobernador, que no se note el afán en las redes sociales de la gobernación por posicionar nuevas figuras con miras a las elecciones congresionales.