La gente está cansada de los canales nacionales. Ya ni siquiera ven los noticieros. Al principio de la pandemia los colombianos nos agarramos de esos informativos como si fuera un clavo ardiendo. Pero nueve meses después todos están hastiados de la repetidera tan horrible e inescrupulosa. Ni siquiera les pagan a los actores como es debido sus regalías.
Además la gente ya no traga entero. No se puede soportar un periodista como Luis Carlos Vélez por muchos motivos. Cuando llegó, traído de las Yuneiteits después de estar en CNN unos cuantos años, se aprovechó de nuestro provincialismo y creíamos que era tremendo genio pero nada más fuera de la realidad. En Caracol, después de un desastroso debate presidencial, donde él fue el moderador y los asistentes se quejaron de su prepotencia, después de humillar a dos líderes indígenas, salió de alli y fue a la F.M donde le hizo una de las entrevistas más ladinas a un candidato presidencial, un momento que debería pasar a la historia universal de la infamia.
Así es Luis Carlos Vélez, un empleado que nunca pateará la lonchera, un periodista que siempre estará del lado de los poderosos. Por eso, siguiendo los intereses presidenciales del gobierno Duque, se atrevió a decir el jueves pasado, cuando la contienda por la presidencia se estrechaba aún más, que Biden debería tener un acto de "caballerosidad" y renunciar. ¡Habráse visto tamaña infamia! Ante las críticas Vélez, quien no ha sufrido lo que tienen que aguantar periodistas de región, amenazados, asesinados, sometidos a la tiranía de las pautas, se mostró muy deprimido por el matoneo mediático. Un descaro absoluto.
RCN tiene que tener cuidado, el odio que genera Vélez no es para subestimar. Lo está cancelando la generación que se cansó del uribismo. Ellos creen que todavía hacen las parrillas de programación para un público uribista y eso no es así. O cambian o tendrán que soportar el peso de la historia.