Luis Carlos Vélez tiene la paciencia de un nazareno. Le dan por todo y por nada en redes sociales. Le sacan en cara el ser hijo de Carlos Antonio, su supuesta arrogancia a la hora de armar debates presidenciales, su uribismo galopante. Sin embargo la FM, la emisora que él dirige, es la única que en los últimos resultados del ECAR ha subido en audiencia. Caracol se matiene, la W desciende al igual que RCN pero Vélez ha sabido imprimirle a su emisora una personalidad y un toque original y propio.
Desde estas páginas le hemos dado durísimo a Vélez pero sería estúpido no reconocer que está volviendo a recuperar su cualidad de Rey Midas: todo lo que toca lo convierte en oro.