Los colombianos tenemos certeza de que la educación superior pública, por estos días, se debate dentro de un conflicto de intereses relativo a su calidad, cobertura, y presupuesto. Hemos encontrado diversidad de opiniones provenientes de voces sumamente autorizadas, no obstante, las diferencias son abismales. De esta manera, para efectos de ilustrar a los ciudadanos sobre el tema, hemos realizado una breve entrevista que consta de cinco preguntas a un exservidor público que goza de amplio conocimiento sobre la materia por sus calidades y cualidades técnicas, profesionales y de experiencia, dentro de la asesoría y consultoría externa en materia educativa.
Se trata del doctor Luis Carlos Muñoz Uribe, antioqueño de nacimiento, odontólogo titulado por la Universidad de Antioquia; exrector de dicho claustro académico; exviceministro de educación; exdirector del Icfes; fundador de la universidad CES, y presidente del Consejo Superior de la misma universidad. El día de hoy él nos brinda su punto de vista de acuerdo a unas preguntas formuladas por el suscrito, las cuales, expondremos en el presente escrito.
El doctor Muñoz Uribe, responde:
1. ¿Actualmente cuáles son los retos de la educación superior?
R/. L.C.M.U: El sistema educativo padece innumerables inconsistencias que dificultan el acceso de los jóvenes a la universidad pública. Ello, directamente, le resta calidad y eficiencia a las políticas educativas. Por tanto, debe ser indispensable y obligatorio que el Gobierno implemente capacitaciones de conocimiento integral tanto a los docentes como a los directivos que se encargan de administrar los recursos de la educación, pues de no hacerlo, estaríamos retrocediendo negativamente, en la medida en que no tendríamos cómo responder a las exigencias del nuevo aprendizaje, ocasionando de manera directa, caos y frustración en los ciudadanos que anhelan una educación pública superior con sobria calidad. Si queremos aportar progreso al sistema educativo debemos priorizar sobre tres puntos; el primero, consiste en innovar de manera masiva, utilizando la estrategia “aprender haciendo”; el segundo, consiste en masificar a través de programas virtuales bien estructurados que llenen las expectativas que merece la ciencia y tecnología; el tercero, implica subsidiar la demanda y no la oferta, en tanto, lo que se debe buscar es el mejoramiento en cobertura y atención, sin descuidar los programa ofertados. De esta manera, contribuimos en progreso y desarrollo.
2. ¿Qué posición le merece las condiciones salariales de los maestros que hace algún tiempo entraron en paro?
R/. L.C.M.U: El paro es una consecuencia directa de las escasas garantías laborales que obtienen los maestros. El punto de solución en este tema radica en analizar las necesidades de los maestros frente a un sistema que subvalora la labor que efectúan constantemente. Si los gobiernos de turno, priorizaran en este evento, dicha falencia desaparecería sustancialmente. El conflicto es que los directos afectados son los estudiantes, por tanto, deberían ponerle magna atención a la situación. Es sabido que prevalece el derecho a una educación con calidad, digna, y justa.
3. ¿Qué proyectos considera idóneos para contrarrestar la deserción estudiantil en universidades públicas, y cómo podemos mejorar el acceso de los jóvenes a las mismas?
R/. L.C.M.U: Si queremos contrarrestar la deserción estudiantil, debemos efectuar tres estrategias. La primera, es básica y conocida. Es vital que la calidad del docente sea evaluada bajo una perspectiva crítica. Los docentes deben ser los mejores profesionales y su método de admisión debe contar con requisitos rigurosos que eviten a toda costa la burocracia y el clientelismo. No obstante, para ello, es trascendental que las condiciones salariales para los maestros, mejoren previamente. La segunda, consiste en implementar un programa financiero que les permita a los estudiantes, acceder a créditos de financiación por largo plazo con una mínima tasa de interés; de tal manera que, les sea comprensivo su sostenimiento. Ahora bien, para mejorar el acceso de los jóvenes a las universidades públicas, debemos, en primer término, mejorar la relación universidad-empresa, de tal manera que, la industria se convierta directamente en financiadora de programas académicos encaminados a capacitar a los futuros profesionales del mundo globalizado que, aportarán invaluables proyectos de emprendimiento en diversos proyectos sostenibles. Ello genera productividad, y la misma es un baluarte inexorable en la obtención del desarrollo social y económico.
4. ¿Cuáles cree que han sido los principales problemas del Gobierno actual en el tema educación pública superior?
R/. L.C.M.U: Los problemas, en mi opinión, son tres pilares del infortunio. El primero, deriva de la baja cobertura en la demanda. Anteriormente mencionamos nuestros reparos. El segundo, radica en la mala administración del presupuesto, pues es necesario crear mayores subsidios para financiar la solución del caos sin aumentar la carga tributaria en los contribuyentes; además hay que restarle inversión a proyectos innecesarios y priorizar en éste que puesto que merece mayor atención. El tercero, se presenta porque el Gobierno no ha tenido un ánimo conciliatorio con los docentes, y entre tanto, no se ha visto una voluntad real de diálogo. Es sabido que en la universidad pública parte importante de los docentes se quejan de sus condiciones laborales-prestacionales. ¡Ello debe mejorar, y el momento es ahora!
5. Finalmente, díganos tres propuestas que, desde su experiencia y conocimiento, le haría al Gobierno Nacional para lograr una educación superior de alta calidad
R/. L.C.M.U: En primer término, propongo la creación de políticas públicas educativas, que establezcan parámetros generales desde lo sustancial hasta lo estructural y administrativo, donde se administren los recursos de manera responsable a través de la fijación de un presupuesto adecuado que contenga de manera permanente, vigilancia y control por parte de entes nacionales e internacionales. En segundo término, consideramos que el programa ‘Ser Pilo, Paga’ es acertado, no obstante, al Gobierno Nacional le ha faltado reglamentarlo, pues ha sido muy pasivo en el mismo, y, por ello, tal vez, es que de manera indirecta consideramos que, se le han restado recursos necesarios para la Universidad Pública. Hay que generar un equilibrio para evitar, en la mayor medida de lo posible, menoscabos y detrimentos entre una parte y la otra. Es hora de que se reúnan todos los involucrados, y, con el rigor que merece la situación, logren consensos positivos encaminados a mejorar la calidad de dicha política pública, toda vez que no podemos permitir que se desacredite.
¡Es vital la pronta diligencia del Gobierno Nacional, nuestros jóvenes lo necesitan!
