El pintor Luis Caballero murió 19 de junio de 1995 en Bogotá, después de vivir en París donde pasó la mayor parte de su corta vida. Murió a los 52 años. Sin embargo su obra, muy centrada en la figura humana masculina a través de la cual expresa el placer, el dolor, la vitalidad, no sólo ha permanecido en el tiempo sino que ha adquirido mucho más valor. Pintó oleos y dibujó carboncillos, en los que el torso varonil y la fuerza de los músculos fue casi que una obsesión reiterativa. Caballero es considerado uno de los pintores más potentes del siglo XX.
En esta breve y fragmentada entrevista que permanecía inédita y que se realizó días antes a su célebre exposición en el FIAC de París, Caballero ataca a las vanguardias, escurre la nostalgia y condena a todos los críticos a la hoguera eterna menos a una sola, Marta Traba su mentora
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