En la recta final de la gestión de Luis Alberto Moreno en la presidencia del BID y quien se retira a finales del años, el colombiano tuvo que tomar una decisión drástica: frenar un desembolso que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) debería realizar desde mediados de este 2020.
La decisión esta asociada no solo a la actual coyuntura y la renuncia de la junta directivas sino a las licencias ambientales que no pidieron oportunamente y al riesgo técnico que sigue existiendo. Reparos que muy posiblemente se profundizaran con el informe de las reaseguradoras inglesas sobre graves errores en la construcción de la presa y que habrían precipitado la catástrofe de mayo del 2018.
Este obstáculo financiero puede tener graves repercusiones en la evolución de la obra que debe cumplir un cronograma muy cerrado.
