Siendo fríos en el análisis, Petro aprendió de los errores de Mockus y del desplome de la Ola Verde de 2010; tiempos en los que había logrado convertir sus girasoles y estribillos en un marketing cuyo postulado era la honradez.
Mockus no supo canalizar toda esa muchachada del girasol, que le hubiera podido votar en el 2014. Se desvió de su ruta por buscar la alcaldía de Bogotá con la Parodi, mientras en medio de la pugna, Petro se les metió por entre las piernas y consiguió la alcaldía de Bogotá.
Mockus no calculó el capital político nacional que logró enfrentando a Santos y el susto que les metió en el 2010 conocido como “El efecto Mockus”. Siguió pensando en Bogotá, dejando al garete sus casi siete millones de sufragantes y una muchachada ferviente.
Por mi parte, llegué a la Ola Verde y a votar por Mockus jalonado por mis hijos menores para el momento, no porque me hubiera fijado o interesado en su movimiento.
El Verde y el POLO quedaron directamente en oposición por el número de sufragios alcanzado. Mockus en primera vuelta obtuvo 6.802.043, frente a Santos 7.816.684. Petro venía detrás con el POLO con 1.473.627 votos. La “jugadita” de entonces, consistió en implosionar los dos partidos para restarles fuerza en la oposición. Hasta el momento el matrimonio Uribe-Santos estaba pasando por un buen momento y Mockus representaba un peligro que había que sofocar.
La consigna consistía primero, en atajar toda posibilidad de que Mockus ganara en segunda vuelta desarticulándolo como partido. Santos contrata los servicios de JJ Rendón, quien le había colaborado en la creación del partido de la U, logrando aventajar a Mockus y ganarle la presidencia.
El P.V. inicia su desplome con los tenores a la cabeza. Fajardo se retira de la partida, Peñalosa con un solo trino de Uribe se convierte en el caballo de Troya y Lucho al garete. Cayendo sus miembros en el canibalismo por lograr posiciones, termina convertido en lo que es hoy y ha podido levantarse.
En tanto al POLO, Petro logra para el 2010 conseguir la más alta votación, incluso por encima de Gaviria, pero igualmente, lo que hubiera sido una potente fuerza de oposición y control político, terminó en el escándalo de los Moreno y los Nule que denunció Petro (Carrusel de la contratación) y que no le perdona Robledo. Terminando en la salida de Petro del POLO para fundar su movimiento, por el que se lanzó por la alcaldía de Bogotá.
Mockus intenta reagruparse para 2014 pero no lo consigue. La puja se da entre el uribismo con Oscar Iván y todos sus escándalos. Entre tanto Santos concita el apoyo de muchas fuerzas contrarias por defender la paz, incluso, el apoyo de Petro para hacerse reelegir.
Esa presidencia del 2014 la hubiera ganado Mockus de no haberse dispersado y disipado. En el 2018 el país deja al garete el proceso de paz que defendió en el 2014, y le entrega la presidencia a Uribe, y en adelante, la historia se cuenta sola.
Podemos afirmar que Petro leyó en el tiempo, he hizo la plana entre el 2010 y 2014, 2018 y 2022.