Desde las épocas romanas se usa el veto como instrumento prohibitivo. Se ha utilizado siempre para denotar que una determinada parte o autoridad tiene el derecho a parar unilateralmente una acción pública o privada de otro. Hay, y seguirán existiendo muchas formas de vetar aunque ese ejercicio arbitrario del poder sea a todas luces injusto o desproporcionado. Por estos días, cuando se conoce que en YouTube vetan a quienes se refieran de una u otra manera contra las farmacéuticas, sus pestes y sus medicamentos para curarlas, se ha sabido a nivel colombiano de tres vetos con distinto nivel publicitario, pero enojosos todos tres.
El primero de ellos se dio contra el ciclista Nairo Quintana a quien después de acusárselo de usar tramadol, un analgésico que se consigue en cualquier farmacia colombiana, y que no se considera hasta ahora como doping, los organizadores del Tour de Francia descalificaron su actuación y le abrieron las fauces al veto miserable de todos los equipos ciclísticos de no contratarlo para dizque no correr el riesgo. El segundo caso se dio contra otro ciclista, también colombiano, Miguel Ángel López a quien acusaron de haber sido paciente de un médico español que aplica a un medicamento llamado Actovegin que da resistencias al pulso cardíaco de los deportistas y que tampoco es un doping ni está considerado como tal. Fue suficiente para que el equipo donde trabajaba lo vetara y que los demás equipos le hicieran el fo, pese a no haber sido ni siquiera indagado por autoridad competente.
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Char, con su frescura de siempre, dijo que volvería a hacer fila para que le reconsideren su visado en la embajada americana
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El tercero fue el exalcalde de Barranquilla y exgobernador del Atlántico y hasta precandidato presidencial, Alejandro Char. A él los Estados Unidos le vetaron la renovación de su visa de turista sin dar explicación alguna, pero sembrando la duda sobre su honorabilidad.
Nairo respondió diciendo que no se retira del ciclismo y se volvió a Colombia. López se regresó al país para trabajar como miembro del equipo Team Medellín y hoy día participa en la Vuelta a San Juan en la Argentina. Y Char, con su frescura de siempre dijo que volvería a hacer fila para que le reconsideren su visado en la embajada americana