El Partido Verde tiene una historia joven e ilustre, basada en coaliciones con otras fuerzas políticas. Nace en 2005 como una opción de centro y una vocación verde, a la moda, que se ha ido difuminando desde entonces. En 2009 con la alianza de Enrique Peñalosa, Antanas Mockus y Lucho Garzón adquiere una mayoría de edad que en 2010 le permite a Antanas Mockus, como candidato presidencial, luego de una consulta popular y en alianza con Sergio Fajardo como candidato a la vicepresidencia, sacar 3,5 millones de votos y pasar a la segunda vuelta, contra Juan Manuel Santos quien ganó de lejos. Elige cinco senadores y tres representantes. Fue la famosa Ola Verde de grata recordación, que murió en la playa.
En 2013, en alianza con Compromiso Ciudadano y Progresistas, nace el Partido Alianza Verde. En 2014, su candidato a la Presidencia, Enrique Peñalosa, saca un millón de votos, a la cola de la lista. Mantiene su representación en el senado. En 2017 se crea la Coalición Colombia entre el Partido Verde, Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo y Jorge Robledo. En el proceso, una encuesta entre Claudia López y Antonio Navarro escoge a Claudia como su candidata presidencial y un acuerdo en el seno de la coalición a Sergio Fajardo como candidato a la Presidencia y Claudia López a la Vicepresidencia. En la elección presidencial de 2018 Coalición Colombia saca 4,6 millones de votos que no le alcanzan para pasar a la segunda vuelta. El Partido Verde saca 9 senadores y 4 representantes en las elecciones parlamentarias.
Esta historia resumida para decir que es un partido político muy pequeño comparado con sus adversarios de peso, que ha estado en dos ocasiones cerca del poder, y que eso lo ha logrado a través de las coaliciones que ha logrado con figuras políticas respetables y de gran acogida en la opinión pública. Pero como partido obtuvo sólo 1.308.208 votos en la elección parlamentaria de 2018, 8,6% del total de la votación, 550.000 de esos votos por Antanas Mockus.
Cuando se habla de una gran coalición de centro para enfrentar la desgastante, fatigante, aburrida polarización política en Colombia, el Partido Verde es un jugador fundamental más por su historia que por su tamaño. Tiene derecho como todo partido a escoger de entre los suyos un candidato presidencial, como ya lo hizo en el pasado con Antanas Mockus y Claudia López, pero ese proceso no puede convertirse en una carga de profundidad para el éxito de esa eventual gran coalición de centro, cuyos participantes competirían en una consulta interpartidista en la elección parlamentaria de marzo de 2022, como lo permite la ley.
Si el Partido Verde decide, como al parecer lo desean algunos de sus dirigentes, escoger su candidato a la presidencia en una consulta popular en marzo del 2022, simultáneamente con las elecciones parlamentarias, con sus grandes electores, Mockus y López, fuera de la contienda, lo cual la reduce una consulta de pequeños aspirantes sin mayores capitales políticos propios, terminaría eligiendo un candidato presidencial sin posibilidades y sin votos. Un suicidio político. Con el agravante de que sin un candidato fuerte de los verdes o de quien los represente, se puede atomizar la gran consulta interpartidista de centro, con la presencia de otros candidatos que no hagan parte de ella y allanar, otra vez, el paso de Petro a la segunda vuelta.
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Sin un candidato verde fuerte o quien los represente, se puede atomizar la consulta interpartidista de centro, con otros candidatos que no hagan parte de ella y allanar Petro a segunda vuelta
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No hay que ser un gran analista político para darse cuenta que detrás de los éxitos electorales de Partido Verde hay una historia de coaliciones hechas oportunamente y una gran figura constante en esa trayectoria, disponible hoy en día para el juego político, con un capital electoral propio y un gran reconocimiento nacional, que es Sergio Fajardo. ¿Cuál es la lógica de no repetir en su interior la experiencia tan exitosa que tantos réditos políticos produjo de escoger su candidato presidencial por una encuesta y luego acordar con Compromiso Ciudadano, una alianza? ¿O más audazmente, incorporar mediante un acuerdo a Sergio Fajardo en esa encuesta?
Es una opción de gana-gana que le daría a Sergio Fajardo una base de organización política que hoy no tiene y al Partido Verde un candidato a la presidencia viable. Con la ventaja de que negociada de manera oportuna, esa alianza podría entrar luego a negociar con los integrantes de esa eventual gran consulta de centro, las condiciones de su desarrollo político y de paso bloquearía aventuras electorales sin futuro.
Y las condiciones ya están inventadas. El ganador de esa consulta sería el candidato presidencial de la coalición, el segundo el candidato a la vicepresidencia y los demás tendrían participación en el gobierno, con la ventaja de que la fórmula contaría con algo sin lo cual no se puede gobernar, como está demostrado: un importante apoyo parlamentario.
Si los verdes, que son un partido minoritario, no entienden eso, es porque están muy verdes.