Ha terminado el Tour de Francia con dos hechos relevantes: un gran campeón, Jones Vinnegard, que por primera vez en la historia de la carrera logra el título para Dinamarca y un triunfo para Colombia con Luis Felipe Martínez integrante del Ineos campeón por equipos.
El danés le arrebató el liderato al gran favorito Tadej Pogacar en una etapa en que el equipo de Emiratos árabes (UAE) no planeó bien la carrera y falló en la alimentación y el campeón defensor no tuvo fuerzas suficientes para resistir los ataques del equipo Jumbo Visma y para completar el en la etapa del viernes sufrió una caída que le mermó fuerzas y el danés le sacó aún más tiempo en el último premio de montaña.
Este Tour tenía grandes favoritos que desafortunadamente no brillaron, ya por la mala suerte, los inconvenientes que no faltan, enfermedades o por el Covid 19 que aún sigue dando positivo obligándolos a abandonar la carrera. Uno de los casos más notables fue el del esloveno Primoz Roglic quien en la quinta etapa sufrió una caída, que aunque ese día no lo obligó a retirarse si mermó sus fuerzas y nunca pudo volver a tener esperanzas de lograr el único título que le falta en su palmarés de las 3 grandes (Tour, Giro y Vuelta a España).
El duelo entre los dos grandes se vivió hasta el último minuto, por así decirlo, ya que todo se definió en la etapa contrarreloj, ya que no se sabía cuál iba a ser el desempeño de Vingegaard con el antecedente de Pogacar arrebatándole el título a su compatriota Roglic en 2020, pero el danés cumplió como un gran campeón. El esloveno fue sin duda un gran rival y fue el subcampeón.
El pódium lo completó el británico Geraint Thomas. Cuarto fue el primer francés David Gaudu, quinto el ruso Alexander Vlasov.
EL RESURGIR DE NAIRO
Nairo Quintana realizó una gran carrera y estuvo dando la batalla para llenar de emociones a los aficionados colombianos. A sus 32 años hay que destacar su sexta posición. Aunque mucha gente siempre espera más, Nairo viene en un proceso de recuperación y su actuación es importante para mantener vigente el nombre del país en el ámbito ciclístico.
Sobresaliente la actuación de Cris Froome, cuádruple campeón de la carrera francesa, quien después del accidente que lo privó de haber logrado más y más títulos, cumplió una honrosa y destacada actuación personal e incluso como gregario. El Covid lo privó de terminar.
El ciclismo español no cumplió un papel destacado y digamos que brilló por su ausencia. El primer representante ibérico fue Luis León Sanchez del Bahrain en el puesto 14 y del Movistar el primero fue el gringo Jorgenson, posición 21 y le siguió Carlos Verona en la casilla 27. Los viejos tiempos de los ciclistas españoles son un recuerdo que muchos esperan revivir algún día.
DANIEL FELIPE EN EL EQUIPO CAMPEÓN
Del ciclista de Soacha se esperaba mucho más, pero finalmente cumplió con un importante papel como gregario de Gerain Thomas, para que este alcanzara el tercer lugar en la clasificación general individual y además lograr el título por equipos. El Ineos Grenadiers fue el que se subió no sólo al Pódium sino a lo más alto. Aunque los medios y la gente no le dan mucha relevancia a esta categoría para los clubes profesionales es relevante porque influye en la clasificación de la UCI (Unión Ciclística Internacional). Daniel Felipe Martínez fue el último de los tres colombianos, al terminar en el puesto 30, mientras que Rigoberto Urán quedó en el 26.
LOS VERDADEROS MONSTRUOS
Se podría pensar que el titular se refiere a estas grandes figuras del ciclismo y del deporte mundial, pero no. Dicen que las comparaciones son odiosas y nunca he estado de acuerdo con la exageración de los narradores de los medios colombianos (que no son colombianos) desde hace mucho tiempo (1). Tal vez crecí en la época dorada de la radio y escuchando las vueltas a Colombia en la voz de una figura tan insigne como lo fue Carlos Arturo Rueda C. Voz señorial y con una tono que emocionaba pero siempre con una calma impresionante. (2)
Después fueron apareciendo otras figuras inolvidables: Pastor Londoño Pasos, el gordo Mocada Campuzano y una lista interminable que valdría la pena recordar un día. Gente profesional que hizo de la radio colombiana una de las más grandes de Latinoamérica.
Pero después comenzaron las importaciones y los cambios. De la narración ecuánime y emocionante pero sin gritos comenzaron los “alaridos”. Narradores que no deberían tener ese calificativo. Deberían ser “los monstruos” de la radio y la televisión.
Como lo comenté hace poco, un argentino, de cuyo nombre no quisiera ni acordarme y que tal vez creció viendo películas de ficción, llegó a darles calificativos inapropiados a los ciclistas. El primero fue precisamente Nairo Quintana, a quien bautizó como “Nairoman”. Y eran tales sus gritos cuando algún ciclista iba en punta, a coronar un premio de montaña o rumbo a ganar una etapa que parecía que se le iban a salir las tripas. Su manera de ensordecer y crear falsas expectativas en los aficionados hizo incluso que, cuando les habían lavado el cerebro y convencidos que Nairo sería Campeón del Tour de Francia por primera vez para Colombia y no lograrlo recibió amenazas de muerte. Algo insólito pero real en nuestro país.
Pero aún hoy siguen “narrando” en esa forma no conveniente para la realidad que se vive. En esta ocasión de igual manera gritaron, dieron a Nairo entre los tres primeros… Nairo huele a Pódium, etc. No me imagino si Colombia estuviera en el lugar de Eslovenia con ciclistas como Roglic y Pogacar y todos los títulos que han obtenido. Estaríamos sordos de la gritería y locos por el alboroto.
Ese mismo argentino, quizás recordando a sus ídolos de infancia, bautizó ahora a una de las nuevas esperanzas del ciclismo colombiano: Sergio Higuita como “el Monster”, absurdo calificativo, porque no es que no se pueda sino que a estas alturas de la vida debemos ser más racionales y evitar crear falsas expectativas en los aficionados. Desafortunadamente la radio ha perdido mucho y por ello, en muchas ocasiones, las emisoras que más se escuchan son aquellas donde más gritan; aquellas que más propagan la contaminación auditiva.
Sin embargo no todo está perdido. Hay varios comentaristas que sacan la cara por ellos. Ellos sí, verdaderos personajes que además de su sensatez, son calmados, profesionales y ayudan a que el ciclismo se mantenga vigente. Son ellos el excampeón mundial de ciclismo Santiago Botero, J.J .Osorio, Óscar Restrepo y Laura Lozano.
LOS AFICIONADOS
Hablando de aficionados hay muchos que sí merecen el título de monstruos. Gente irracional como aquella que amenazó a Nairo de muerte por no ganar el Tour. Pero los irracionales están en todo el mundo. Los ciclistas en cada competición y en los entrenamientos están arriesgando la vida para que un montón de locos salgan a las vías, dizque supuestamente apoyarlos, pero lo que hacen es poner en riesgo la integridad y la vida de estos valientes de las rutas del mundo.
Los organizadores del Tour, el Giro y La Vuelta junto con las autoridades de cada país deben crear alternativas para que a futuro esto disminuya. No puedo dejar de sentir angustia y rabia al ver a un gordo, que como una bola rodante corre detrás de los ciclistas… que tiene en su cerebro hueco que no piensa que un tropezón puede ocasionar una tragedia o frustrar una ilusión de un deportista, que se ha sacrificado y ha trabajado duro para conseguir sus metas. Ayer en la etapa contrarreloj, el argentino de cuyo nombre prefiero no acordarme, viendo como un aficionado “ondulando” la bandera colombiana corría como una loca detrás de Nairo, dijo ahí están los aficionados apoyándolo; nunca pensó que lo podía enredar, hacerlo caer y perder su sexta posición. Esto demuestra que es tan insensato como esos locos. (3)
Así mismo otra situación inentendible es la circulación de motos y autos de los acompañantes y de los organizadores de esas grandes competencias es tan desorganizada. No tienen precaución, pasan como balas cerca a los ciclistas, a pesar de que a través del tiempo han ocurrido graves accidentes. Pero en cambio sí acusan y sancionan a un ciclista que va detrás de un vehículo por supuesta violación a los reglamentos. Es la ley del embudo. Realmente esto demuestra que los ciclistas siempre tienen las de perder y eso debe cambiar. En lugar de correr como locos se deberían crear grupos que ayuden a educar a las personas para proteger la integridad y la vida de los ciclistas.
Una característica especial de los aficionados colombianos es que son una “mezcla de malos perdedores y del olvido que seremos”. Si se gana o piensan que se va a ganar, todos están pegados al televisor, pero si no se es campeón o mínimo subcampeón es muy poca la gente que sigue a diario la carrera. La audiencia real es muy poca.
Como escribí en una columna pasada tratando el tema de Egan Bernal, a pesar de que Nairo estuvo del lado de otro candidato, se espera que el presidente electo Gustavo Petro felicite al ciclista boyacense por su destacada actuación. Y aunque muchos no piensan igual, de acuerdo a lo conversado con bastante gente que ha comentado que ya no son seguidores ni de Egan ni de Nairo, debemos continuar dialogando para que se logre la reconciliación y así poder enarbolar las banderas de la verdadera paz que necesita Colombia.
#NoalosAficionadosLocos #NoalosLocosdelCiclismo
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Egan: el ciclista que metió la pata en política, olvidó su propia vuelta y la de Colombia
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