Los verdaderos intereses norteamericanos en la península coreana

Los verdaderos intereses norteamericanos en la península coreana

Corea del Norte más que ser una amenaza nuclear para la seguridad y la paz mundial, es codiciada por su ubicación geoespacial y estratégica

Por: Daniel Borbón Torres
abril 26, 2017
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Los verdaderos intereses norteamericanos en la península coreana
Foto: Youtube

Por primera vez, después de la Segunda Guerra Mundial y la Crisis de Misiles de Cuba, no se sentía tanto temor y estupor de un Armagedón total, una Tercera Guerra Mundial. A través del tiempo, la historia ha sido testigo de dos choques de fuerzas: Estados Unidos de Norteamérica versus la República Popular Democrática de Corea, (Corea del Norte).

Como reza un adagio viejo conocido, “quién no conoce su historia, está condenado a repetirla”. Tras finalizar la Guerra del Pacífico entre Estados Unidos y Japón, en 1945, los norteamericanos, después de cinco años vuelven a entrar en guerra, pero ahora en la península de Corea, apoyando a Corea del Sur en su lucha contra Corea del Norte y sus aliados China y Rusia. Ambas Coreas quieren lo mismo: reunificar bajo sus propias condiciones.

Otro panorama vistió al mundo desde que terminó la guerra en 1945. Dos sistemas económicos empezaban, una especie de carrera de dominación ideológica por todo el planeta; el Capitalismo, bandera de los Estados Unidos y el Comunismo, escudo de la Unión Soviética, hoy convertida en Rusia. Un cisma partió el mundo en dos bloques económicos, el bloque capitalista occidental en cabeza de EUA y el bloque comunista oriental comandado por la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Infortunadamente Corea del Norte hizo parte del bloque oriental forjando nada más que su destino.

Con la disolución de la URSS, el norte de Corea acogió el comunismo al punto de formar un cerco político que lo aisló del mundo. Así, el gobierno de Pyongyang, la capital, supo evadir los bloqueos financieros en el Banco Central propiciados por USA. Sin embargo, esto no fue motivo para que China se convirtiera en su socio principal, de hecho, representa el 80% de los ingresos comerciales, rentabilidad que ha sido destinada en mayor parte a la fabricación de armas nucleares por parte del régimen del líder norcoreano, Kim Jong-un.

Otro camino tomó Corea del Sur al expandir su economía por el mundo. Generó estabilidad económica de la mano de su principal aliado, Estados Unidos, brindándole seguridad fronteriza, realizando acciones de modernización de armamento militar, movilizando unidades móviles y, poniendo a disposición alrededor de 28.000 soldados en una de las fronteras militares más caóticas del planeta, el paralelo 38.

Dicho esto, nos trasladamos a un escenario donde el país comunista ha intentado un tratado de paz por más de 40 años, en que el pilar fundacional más importante es la reunificación de las dos Coreas. No obstante, Estados Unidos se ha mantenido firme en posición de rechazar las propuestas. De fondo Corea del Norte no quiere guerra con Estados Unidos, esto lo podemos analizar en la medida del intento por mantener buenas relaciones reflejadas en un escrito de cuatro propuestas que le ha hecho, pero este no las acepta, generando una tensión continua que cada vez aumenta más.

Según el análisis del periodista Jack A. Smith del Global Research (abril de 2013), las cuatro propuestas a seguir son: 1) un tratado de paz que ponga fin a la guerra; 2) la reunificación de las dos coreas; 3) el retiro de Estados Unidos de Corea del Sur y la suspensión de los simulacros de combate; 4) negociación bilateral entre los dos dirigentes de Washington y Pyongyang. Además, de acuerdo con el especialista en temas asiáticos y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM, México) José Luis León Martínez, y con quien coincido, “pese a que la península coreana es relativamente pequeña, tiene la peculiaridad de estar en el centro de los intereses geopolíticos”.

Los intereses geopolíticos en la península se resumen en que el país de “la libertad” quiere unir la Corea comunista y capitalista —a su criterio— para convertirla en una sola Corea con un sistema hegemónico de consumo y además, poder transportar su poderío bélico a las fronteras de sus dos acérrimos rivales, China y Rusia. El primero, por desplazarlo económicamente como potencia mundial, lo cual representa una amenaza. El segundo, por pisarle los talones en arsenal militar y superarlo en unidades de misiles nucleares. El meollo de la crisis. Asimismo se suma el interés del aparato productivo por producir a bajo costo con mano de obra barata, insumos baratos y abundantes recursos naturales.

En juego de ajedrez primero se rompe la primera fila. Estados Unidos no quiere que China siga siendo el principal socio de Corea del Norte, quiere cortar estratégicamente y a toda costa el ascenso de este país. Por lo cual, me permito decir que, Corea del Norte más que representar una amenaza nuclear para la seguridad de Estados Unidos y la “paz mundial” representa un deseo insaciable a causa de su naturaleza geoespacial. ¿Quién es la Amenaza?

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