"Los usuarios de Transmilenio sienten temor"

"Los usuarios de Transmilenio sienten temor"

Para los miles de usuarios el sistema se volvió una pesadilla que estimula la violencia. Entrevista con el gerente

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marzo 20, 2015
Fotos: archivo GrandesMedios.com / BluRadio.com

Sebastián Díaz López (S.D.L): Transmilenio cumplió 15 años de muchos éxitos, pero también de pasar por las duras y las maduras.

Sergio París (S.P): Sí, es como la vida de todos los bogotanos. Llegar a 15 años, en Bogotá, para unos es un gozo y para otros es complejo. A los 15 años, estamos en un punto en el cual hemos madurado y estamos entrando en la adolescencia.

S.D.L: ¿Por qué dice que están en la adolescencia?

S.P: Porque el sistema está dando pasos cada vez más firmes en un escenario de madurez, integrando los distintos modos de transporte. Tiene que consolidar el SITP, que ha sido un proceso complejo y que está hoy en su recta final, y ese proceso es el que está haciendo madurar al Sistema, a la empresa y hace también madurar a los colaboradores.

S.D.L: Cuando nació Transmilenio los bogotanos vieron el sistema como la salvación en el tema de movilidad, pero ya no sienten ese mismo amor. ¿Qué pasó?

S.P: Ese mismo hijo de Bogotá, en estos 15 años, ha tenido una serie de circunstancias que han desencantado a los bogotanos. Uno de los elementos que ahí está presente es el tema de la seguridad. Indiscutiblemente, a pesar de que el Sistema y la Policía están haciendo su mayor esfuerzo contra esa situación, es un problema que se ve reflejado en ese desamor. Igualmente, Transmilenio ha ido evolucionando en la medida en que creció y ha dado oportunidades a muchas personas, de tener el verdadero contacto con la energía de la ciudad y de lo que es Bogotá. En un bus de Transmilenio usted siente Bogotá; siente a Bogotá como ha acogido a todas las regiones, siente a Bogotá en los desplazados, en los problemas sociales reflejados en el sistema, y eso es un proceso de madurez. Eso requiere que hoy los bogotanos sigamos construyendo el sistema y los rescatemos, porque en el fondo es lo único que Bogotá tiene para moverse de una manera rápida y efectiva.

S.D.L: Cuando le comenté a varios amigos y conocidos que iba a entrevistar al gerente de Transmilenio, me pasó algo muy curioso: nadie me habló bien del Sistema. Le quiero compartir uno de los comentarios: “Ese Sistema es malo e inseguro”, me dijo una de esas personas.

S.P: Es inseguro, malo no es. Si fuera malo no realizaría 2 millones 300 mil viajes. El Sistema funciona desde el punto de vista de la movilidad, porque te lleva rápidamente a los sitios de destino, a los estudiantes los lleva a sus universidades. Entonces, malo no es. La inseguridad tiene varias dimensiones. Hace unos días personalmente acompañé a unas víctimas de la inseguridad a través de procesos que hay que hacer con la justicia, y yo llevaba una pregunta: ¿el problema es de seguridad, el problema es de justicia o el problema es de política criminal? Son tres elementos que hay que entender cuando en el sistema hay cerca de 8 capturados diarios por la Policía de Transmilenio. ¿Qué sigue en ese proceso? Muchos de ellos son menores. A un menor de edad en una justicia como la nuestra que lo protege, y así debe ser, ¿cómo le damos un mensaje distinto? Hace unos días, veía a un joven que por colarse, un conductor le golpeó la cara. La mamá llegaba y le hacía las recomendaciones y le exigía, y él la miraba de manera desafiante. Digamos, ¿la seguridad es el problema de la sociedad, de la ciudad o es que la generó Transmilenio? No estoy diciendo que no la debamos combatir, no estoy diciendo que no debamos ser estrictos, pero hay que hacer una reflexión más profunda.

S.D.L: El 83 por ciento de los usuarios, según una encuesta de la Cámara y Comercio de Bogotá, dice sentirse inseguros en el Transmilenio. Es una cifra muy alta...

S.P: Lo tenemos claro. Y la diferencia entre la vida y la muerte a veces puede ser la puerta. Esa puerta de vidrio lo que hace es separar el bien y el mal, y muchas veces algunas personas no contribuyen; son muy poquitos pero la trancan con el pie y la dañan, lo que nos ha forzado a desarrollar otros modelos de puertas para mantener esa diferencia. En un país distinto, con una conciencia distinta, ayudaríamos a conservarla. Pero son poquitos los que le causan el daño a muchos, son poquitos los que generan ese hueco en el cual se rompe el hilo de lo que es bueno y de lo que es malo, entre la vida y la muerte, entre la violencia y la seguridad.

S.D.L: Esta cifra sí me asustó: el 54 por cientos de los encuestados dijeron que los han atracado adentro del Sistema con arma blanca…

S.P: Si usted mira ese proceso de madurez en la adolescencia, el año pasado fue un año muy complejo para Transmilenio. Debimos sobrellevar un paro durante tres días, debimos entender que la comunidad estaba exaltada. Si usted mira hoy los resultados después de esos temas, estos han venido bajando porque hemos venido entendiéndolo y aportando soluciones. Entonces, ese momento tomó el pulso de una condición. Hoy tenemos una dirección de seguridad en Transmilenio física en el Sistema y un cuerpo de policías más robustecido.

S.D.L: Pero la gente dice que eso no es suficiente. Entiendo que son apenas 600 policías bachilleres en el sistema.

S.P: Imagínese la ciudad más mala del mundo en una película. Esto es un componente de ejercer autoridad, pero también de control de la ciudad y de la responsabilidad propia de cada uno. ¿Eso a qué llevó? A que los usuarios de Transmilenio tenga temor; temor que han viendo venciendo, porque si usted mira las últimas capturas las han hecho la comunidad. Eso tiene un límite y yo no estoy diciendo que tenga que haber violencia ahí, el límite es hacer la captura. Evitar que entren colados es nuestra responsabilidad. Si usted mira el Código de Policía, dice claramente que es una obligación de los usuarios hacerlo. Hay una acción popular que le da una orden a los usuarios de Transmilenio; habla de la manera cómo se deben comportar. Si un ciudadano no le da la silla a la persona que la necesita, está yendo en contra de esa acción popular. Es una balanza entre la autoridad que tiene que existir y la autoridad de cada uno de nosotros.

S.D.L: Yo uso el Transmilenio y a veces me he montado muy tarde de la noche. Me pongo a conversar con los conductores y algunos me dicen que en estaciones que son tan problemáticas, por ejemplo Ricaurte, no se ve un policía o es uno para una estación tan grande.

S.P: Nosotros hoy hemos destinado gran parte de la estación Bicentenario a la estación de Policía de Transmilenio, la estrategia de seguridad que implica cuatro elementos claves: la coordinación, para eso estamos coordinándonos todos en materia de seguridad. ¿Qué son todos? La Policía, los concesionarios, los recaudadores, Transmilenio, la Secretaría de Gobierno.

El segundo elemento de la estrategia es la instrucción, y hoy tenemos un proceso de instrucción que va a iniciar. Estamos viendo la posibilidad de que nos entreguen un espacio en comodato para iniciar una escuela de forma tal que todos los colaboradores de Transmilenio tengamos conciencia en los temas de seguridad. Otro elemento es el de la tecnología que viene con las cámaras de identificación de rostro y el programa de extensión de cámaras en el Sistema. Pero el problema más complicado es enfrentarse a una denuncia. Cuando usted tiene que ir a una URI a poner una denuncia, llevar el proceso, ir a la audiencia a veces ese esfuerzo se diluye. Por eso le insisto, lo que tenemos que pensar los bogotanos es si es un problema de más policías, si es un problema de justicia. Es decir, que las normas no están correctamente desarrolladas para el control y el ejercicio de autoridad o si es problema de política criminal. Aquí hay personas que llevan 10 llamadas de atención en las URIs por el hurto de un celular y siguen en el Sistema. Entonces, preguntémonos más bien en el análisis del problema de seguridad en dónde, como sociedad, estamos fallando.

S.D.L: Pero a la gente le da miedo denunciar, porque como piensan que no los van a coger, temen una retaliación en el mismo sistema.

S.P: Transmilenio lo tiene claro. Incluso hoy acompaña a las víctimas porque es que no solo es el trauma de que te roben, es la fortaleza que necesita la víctima para enfrentarse al sistema judicial, y solo es difícil porque tiene que ir a la URI, porque tiene que poner la denuncia, porque tiene que entender cómo funciona el proceso, porque tiene que ir a una audiencia pública. Es un sistema judicial que si uno no lo entiende o le toca vivirlo le es complejo para el denunciante.

S.D.L: ¿Pero usted entiende las críticas? La gente siente que en realidad hay un vacío en el tema de seguridad.

S.P: Es que las críticas son válidas, lo que pasa es lo que uno busca con la crítica. Imaginémonos que al sistema de Transmilenio le construimos una muralla como el Muro de Berlín, con unas cercas eléctricas arriba, lo encerramos por toda parte, le ponemos los más grandes policías que se puedan conseguir y hay un robo de un celular. ¿Qué pasa después? ¿Qué pasa con esa persona que robó? ¿Qué pasa con esa denuncia? ¿Qué pasa con la siguiente fase de la sociedad? Entonces, las críticas son importantes pero hay que entenderlas en sus dimensiones. A mí me critican hasta dormido, a Transmilenio lo critican hasta dormido y es sano, porque entendemos dónde mejorar. Pero hay cosas en las cuales ya son otros contactos y procesos. Nosotros tenemos que ir a los colegios a educar, pero el comportamiento del joven en el Sistema es un proceso que si bien colaboramos, también corresponde que lo piense la ciudad.

S.D.L:. En el Transmilenio hay una guerra la entrada y la salida. ¿Por qué no existe esa cultura del respeto que por ejemplo está en el Metro de Medellín?

S.P: Ahí llegamos a un punto interesantísimo, -porque siempre el referente es Medellín-, y es al comportamiento colectivo. ¿Qué hace de distinto el comportamiento colectivo, que incluso un bogotano en Medellín sea diferente? ¿Qué del comportamiento colectivo es distinto que incluso un bogotano en otro medio de transporte de otra parte sea distinto? En general, esas raíces del comportamiento están en su propio sentimiento de amor por algo. Para nadie es un secreto que en Antioquia tienen un amor diferente; aquí existe, pero hay que cultivarlo. Cuando invoca la solidaridad, en algún momento aparece.

S.D.L: Ese sentimiento nació, pero la gente se fue desenamorando por los mismos problemas de Transmilenio…

S.P: El sentimiento de amor es el que hay que rescatar y que no se puede perder, pero no es que un colombiano sea distinto en Medellín o en Nariño

S.D.L: Otra de los comentarios que me dijeron fue: “sacan a la gente que está grabando, pero no sacan a los vendedores ambulantes, ni a los ladrones, ni a los indigentes”.

S.P: Hay que ponderar los derechos, pero, ya que me puso el tema del Metro de Medellín, cuando usted compara el reglamento de Transmilenio con el del Metro, usted lee el reglamento del Metro sobre la situación y es prohibitivo, el nuestro no. Dice: para tomarse fotografías y grabar videos se debe pedir permiso. Eso marca la diferencia. ¡Claro! Uno puede comparar y volvemos al punto. Mire el ejemplo: con el ladrón, con el vendedor. En materia de ponderación de obligaciones uno podría contribuir no comprando. La misma encuesta de la Cámara y Comercio dice que el 43 por ciento de los que usan el Transmilenio están dispuestos a comprar alimentos. Es un juego del gato y el ratón. Hoy estás haciendo acá el esfuerzo y aparece el problema, mañana estarás haciendo el esfuerzo allá y aparece el problema. Un ejemplo es el arte. Estamos trabajando con el Teatro Julio Mario Santodomingo para llevar el arte y la música al Transmilenio, pero en una condición distinta, en un espacio apropiado y sin costo para que pueden disfrutarla.

Gerente de Transmilenio - "Los usuarios de Transmilenio sienten temor"

S.D.L: En este punto hay otro tema y es la prohibición a que la prensa grabe en el sistema.

S.P: Yo ese tema lo doy por levantado. No es que no los dejemos. Si encuentra un permiso negado, listo. Aquí todo el que pide permiso se le da. Acá el tema es de ponderación de los derechos constitucionales. ¿Por qué? Está en juego el derecho a la seguridad. Como le digo, en el Metro de Medellín es mucho más restrictiva la prohibición por el tema de seguridad. Otro es el derecho a la intimidad. Hay ciudadanos y usuarios que tienen derecho a la intimidad, a que no los identifiquen. Sigue el derecho a que no sucedan actos inmorales. Se lo pongo por el caso del cuartel de bomberos en donde grabaron una película pornográfica. Nunca hemos dicho que no se puede grabar, la obligación es pedir un permiso. En 15 años de existencia de Transmilenio nada ha pasado. El que pide algún permiso, se le otorga. Y esa regla no viola ningún derecho fundamental.

S.D.L: Otro de los problemas, es que existen dos tarjetas en el sistema: una para el uso del SITP y otras para el Transmilenio. Muchos dicen que fue por pura burocracia…

S.P: El problema hoy en día de las tarjetas está superado luego de una decisión de los recaudadores que se conoce como una etapa de transición y sustitución. El SITP, entró en la parte final. El 31 de mayo, en gran parte de la ciudad, no debe haber transporte público colectivo. Luego de la etapa del 31 de mayo, sigue la etapa de ajuste del sistema, y el 15 de diciembre de este año tendremos el sistema integrado de transporte completo, incluyendo que todos tengamos la posibilidad de usar en todas las estaciones cualquiera de las tarjetas que hay disponibles en el sistema.

S.D.L: ¿Pero no cree a pesar de que existan personas como usted, con la voluntad y las capacidades necesarias, los grandes problemas de Transmilenio se han agravado porque durante la administración de Gustavo Petro ha habido cuatro gerentes?

S.P: No, el Plan de Desarrollo Municipal tiene unas políticas muy claras. Las administraciones no hacen la política pública. Lo que hay que celebrar es que Transmilenio mueve hoy 2 millones 400 mil viajes. Al principio del gobierno del alcalde Petro estaba por 1 millón 700 mil viajes. En realidad, había una inmensa cantidad de gente que no usaba el Sistema, pero hoy ya lo usa. Hay unas políticas públicas que fomentan la entrada de las personas al medio. En ese sentido lo que hemos logrado hoy, es que el sistema de transporte público masivo de Bogotá le sea más efectivo a mayor población de la ciudad.

@sebastiandiazlo

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