Los Urabeños cumplieron con su amenaza y sembraron el miedo en la región del Pacífico. A pesar de que las autoridades estaban en alerta por el paro armado anticipado en un panfleto que comenzó a circular desde el 29 de marzo, el grupo insurgente logró su cometido: un muerto y tres desaparecidos en Istmina, Chocó, al parecer por no acatar las órdenes que imponían en su comunicación.
En días anteriores circularon, además del panfleto, varias grabaciones en las que miembros de la comunidad advertían sobre el riesgo de no obedecer la amenaza del grupo liderado por alias 'Otoniel'. El audio revela cómo se infundió el miedo dentro de la comunidad: "Por ahí me tiraron un dato: que ni el jueves, ni el viernes puede haber un negocio abierto (en Istmina, Chocó); ni mototaxismo ni carrotaxismo, ni nadie trabajando. Va a haber un paro. Esa orden viene desde arriba (...) el negocio que encuentren abierto, lo queman".