- Victor Hugo Aristizabal: Se hizo experto en hacerle goles al Mori-Migin y a otros equipos de segunda categoría en Brasil. Por eso consiguió 300 goles. En la selección solo tuvo un momento brillante: los seis goles que marcó en la Copa América del 2001 que, sin Argentina, ganó Colombia. Por eliminatoria no recuerdo un solo gol importante.
- Stefan Medina: debutó en el 2013 en una goleada que le propinó Uruguay a Colombia en la eliminatoria pasada. En el partido en Barranquilla contra Chile fue el culpable de los tres goles en el primer tiempo. Pekerman, a pesar del clamor nacional, lo sigue llamando, ¿acaso por pedido de pascualito, su yerno?
- Alex Mejía: Prepotente, altivo y golpeador. En Colombia hay muchos volantes centrales mejor que él. Sin embargo jugó nueve partidos de eliminatoria y del mundial. Nunca entendimos porque lo había llamado.
- Gabriel Jaime “Barrabas” Gómez: ha sido el jugador más resistido en la historia de la selección Colombia. Jugó dos mundiales a pesar de que existían jugadores mejores que él en su puesto como Harold Lozano. En los años noventa se decía entre bastidores que pesaba el ser hermano de Hernán Darío Gómez, asistente técnico de Francisco Maturana
- Neider Morantes: Chiquito, intrascendente, jugadorcito que nunca pesó en ninguna de las convocatorias, uno de esas promesas –tipo Pachequito-que nunca fue promesa. En la Selección no hizo goles importantes y aún así lo llamaban una y otra vez. No le recuerdo un solo partido de jerarquía.
- Francisco Foronda: Era conocido como el más malo de los defensas colombianos. Sin embargo y contra todo pronóstico fue convocado en 1999 por Javier Alvarez para la Copa América de Paraguay. Claro que no dio pie con bola.