Uno de los problemas de salud pública en aumento en el país y en el mundo es el suicidio, asunto que según la Organización Mundial de la Salud causa la muerte de casi un millón de personas cada año en el mundo, lo que equivale a una persona cada 40 segundos. En el plano local, según el informe Forensis realizado por el Instituto de Medicina legal de 2018, en los años comprendidos entre el 2009 y 2018 hubo un total de 20.832 suicidios, con una media estimada de 2.083 casos por año según cifras reportadas en el sistema de información del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (p. 269). Según el informe, mientras la tasa de suicidios por cada 100,000 habitantes en 2009 era de 4,53, para el 2018 el indicador se ubicó en 5,93.
Los planes locales aunque hacen mención del asunto, muy pocas veces apuntan al origen del problema y carecen de diagnósticos territoriales y poblacionales efectivos para la prevención. Como marco general, las bases del Plan de Desarrollo Nacional 2018- 2022 destacan este problema como un reto acumulado y emergente del sistema de salud en Colombia (p. 265). Dado lo anterior, propone:
El DNP en conjunto con el MinSalud, MinEducación, DPS, ICBF, MinJusticia, MinCultura, MinTrabajo, Coldeportes y entre otras entidades involucradas expedirán el CONPES de salud mental el cual abordará de forma intersectorial la gestión integral para la salud mental para la población colombiana, haciendo énfasis en la prevención del suicidio, el consumo de sustancias psicoactivas, la violencia intrafamiliar y los trastornos mentales como la depresión y la demencia. (p.272)
Estas directrices deben ser punto de partida para implementar políticas efectivas de prevención, sobre todo para los gobiernos locales que hoy en día carecen de herramientas de acción para afrontar estas situaciones y redundan como siempre en las charlas comunicativas y la puesta en marcha de líneas de atención.
Como caso a mostrar, según cifras recopiladas por el Centro de Estudios Políticos y Socioculturales del Caribe CEPSCA, entidad que en los años recientes le ha hecho seguimiento a esta problemática en la región, el departamento de Córdoba registra un total de 300 suicidios en los últimos cinco (5) años, es decir, en promedio un suicidio cada seis días.
Del total, el 78% de los casos ocurrieron bajo la modalidad de ahorcamiento, 10% por ingesta de venenos o químicos, 5% por armas de fuego y 7% por otras. Ahora bien, el 82% fueron hombres y el restante 18% mujeres. En el acumulado de 2015 hasta lo que va de 2019, los meses con mayor registro de suicidios son mayo (34 casos), abril (31) y julio (31). Según municipios, Montería registra 96 casos, Lorica 32, Tierralta 26 y Cerete 23, siendo las ciudades con mayores registros en estos últimos cinco años. Como datos puntuales para micro-focalizar, los barrios Centro y Cantaclaro son los lugares de mayor registro de suicidios en la ciudad de Montería.
Un reto para el próximo gobernador de Córdoba y los alcaldes es afrontar el tema del suicidio con seriedad y prontitud, con diagnósticos claros y políticas de prevención poblacional y territorial. Es necesario fortalecer el ecosistema de actores institucionales y entrelazar las acciones con las comunidades. Todo suicidio es prevenible.
Anexo. A propósito de líneas de atención, en el directorio de líneas de atención en salud mental y consumo de sustancias psicoactivas del Ministerio de Salud no aparece Córdoba, ver.
