Para Petro y la coalición del Pacto Histórico se necesitan 12 años para transformar al país. Es decir, se requieren de tres gobiernos consecutivos para profundizar las grandes reformas que desde 2018 viene promoviendo la Colombia Humana (la columna vertebral del Pacto Histórico). Petro solo sería la piedra inicial o el gobierno fundacional de una serie de gobiernos que transformarían el modelo productivo; el sistema político-electoral; y el sistema de seguridad social (en salud y pensiones). Esta idea ha generado polémica porque se ha interpretado como una advertencia de atornillamiento en el poder; quizás como la resurrección de la reelección o la confirmación de las ínfulas “dictatoriales” del caudillo de izquierda; sin embargo, considero que ilustra un exceso de honestidad en las toldas del Pacto Histórico en algo que resulta problemático ante la opinión pública de cara al 2022.
¿Tres periodos para qué?
Con la eliminación de la reelección cada presidente tiene el reto de impulsar su agenda de gobierno en solo cuatro años. Se tiende a creer que es muy poco tiempo y esa fue la excusa que desde 2003 esgrimió el uribismo para modificar el “articulito” e introducir la reelección presidencial inmediata. Uribe se reeligió en 2006 siendo presidente candidato y desde ese momento se produjo una ruptura en los cimientos institucionales del Estado. Tal vez, fue la reforma que más lesionó el espíritu de la Constitución. Algunos de sus impactos siguen presentes y su eliminación se convirtió en uno de los principales temas en la contienda presidencial del 2014. Ese año Santos se reeligió y al siguiente liquidó la reelección, pero dejó una puerta abierta, pues esta puede ser resucitada a través de un referendo de iniciativa popular o por una asamblea constituyente. Si el día de mañana un hipotético presidente Petro considera que necesita más tiempo para impulsar sus reformas, podría convocar a sus bases a promover un referendo y así resucitar la reelección.
¿Eso es lo qué piensa Petro cuando afirma que el Pacto Histórico implica tres gobiernos?
Esa posición de Petro genera temor y azuza el fantasma de una posible deriva autoritaria. Mucho más cuando se considera que de facto será el candidato del Pacto Histórico. Hablar de un proyecto político de doce años resulta problemático y bastante innecesario. Alimenta la polarización y genera prevenciones. ¿Por qué hablar de tres periodos cuando ni siquiera ha empezado el primero? Solo creo que es exceso de confianza y una pésima estrategia de comunicación. El colombiano de a pie, tan acostumbrado a las promesas de cuatro años, poco entiende de continuidad entre políticas de gobierno o sobre reformas administrativa a largo plazo, esas son discusiones que no trascienden de la esfera de los políticos o los académicos, pero cuando escucha a un candidato presidencial afirmar que necesita de doce años para impulsar su visión de país, esto solo puede generar confusión y de paso le da harta munición a la derecha para atizar el miedo y presentar a Petro como un dictador. Solo hay que ver la forma como Vicky Dávila insistió en el tema en su tristemente célebre entrevista.
El Pacto Histórico más allá de Petro
Por el momento, la idea o propuesta de tres gobiernos consecutivos, solo se le ha escuchado a Petro y ha sido respaldada por su incondicional, Gustavo Bolívar. El Pacto Histórico no se ha pronunciado sobre ese asunto y considero que lo debería hacer con prontitud. No pueden caer en los mismos errores del 2018, cuando Petro propuso en el arranque de la campaña una asamblea nacional, sin tener claro como la pensaba convocar (hablaba de una constituyente regional) y generando temores innecesarios. Ya entrada la campaña cambió de opinión, pero ya el daño estaba hecho. En medio de la polarización y el polvorín de la desinformación, resulta necesario “cuidar las comunicaciones” o presentar las propuestas cuando se tenga claro cómo será su ruta de implementación.
No estoy de acuerdo con Gustavo Bolívar cuando afirma que antes es una muestra de la honestidad de Petro ya que así no cae en la retórica de prometer “cosas que no va a cumplir en cuatro años”. No señor, así no es. Es responsabilidad de Petro diseñar un conjunto de estrategias a implementarse en cuatro años, ni más ni menos. Sí estas representan el punto de partida de reformas más estructurales, esa ya es otra discusión. Si el tema es discutir sobre escenarios de continuidad, será obligación del Pacto Histórico perfilar otros liderazgos que eventualmente asuman el relevo y continúen profundizando el ideario de Colombia Humana. ¿Acaso, los hay?
El riesgo del personalismo
La Colombia Humana del 2021 no es la misma del 2018. Ahora, es el corazón de una coalición; tiene una estrategia al Congreso (a diferencia de 2018 cuando no presentó listas) y se percibe a un Petro más pragmático, sin el purismo excluyente de años atrás. Con el ingreso de Benedetti o Roy Barreras a Colombia Humana se evidencia ese viraje. Pero este sigue siendo un movimiento personalista que se mueve al vaivén del caudillo. Ese personalismo resulta peligroso cuando se piensa en escenarios de continuidad. Por eso, al escuchar el tema de los tres periodos, resulta necesario aclarar si se hace referencia a un tiempo personal o la proyección que el Pacto Histórico tiene sobre sus posibilidades. Nada garantiza que después de Petro (si gana en 2022) siga en el poder. Si no le va bien o la oposición lo desestabiliza, la Colombia Humana no sobrevivirá a su gobierno, pero esto solo son ejercicios de futurología innecesarios y que en nada contribuyen a posicionar una agenda progresista en el 2022.
Pero si en el marco de la campaña Petro sigue insistiendo en los tres periodos, el Pacto Histórico si deberá responder a la pregunta: ¿quién sigue después de Petro?