Bogotá es una ciudad rumbera. En la ciudad hay más de 20 mil lugares para tomar trago y bailar. La mayoría de ellos puestos en zonas concurridas y populares, como la zona T, Chapinero, Galerías, Centro y la Av. Primero de Mayo.
De estos miles de sitios hay varios donde a poco costo se embriagan universitarios que viven con un diario que poco les deja para la cerveza y bebedores experimentados que saben cómo emborracharse sin gastar mucho dinero.
En el centro está la tienda de Doña Ceci, un lugar tradicional y popular que ya tiene 40 años de abierta. Es tan famoso que la Alcaldía Mayor lo reconoció como un destino turístico de la Candelaria. Es el lugar de dos pisos a donde se han embriagado la mayoría, por no decir todos, los universitarios que estudian en el centro de la ciudad o jóvenes visitantes de este sector.
A primera vista parece una tienda normal, pero al entrar, pasando la barra hay un salón grande que se parte en tres, un sótano y arriba unas escaleras que da a un segundo piso. Allí donde Doña Ceci, quien siempre atiende a su clientela, son famosos los shots de Tequila José Cuervo con limón y sobre todo la cerveza económica acompañados por buena música y muy variada. Se podría decir que es la tienda más famosa de Bogotá, atendida por su propietaria, como deben ser y como son las tiendas en Colombia.
En la Candelaria está el Goce pagano. Está puesto en Las Aguas, frente a la Universidad de los Andes, lo que es conocido como eje ambiental o Avenida Jiménez. El Goce, es uno de los bares de salsa más antiguos de la capital y más reconocidos por los capitalinos. Allí también se escucha algo de reguee y son cubano del bueno. Aunque cobran cover para entrar, que es consumible, el Goce es uno de los buenos sitios de rumba salsera que está al alcance de todos los bolsillos. Universitarios y salseros de vieja guardia es la clientela de este icónico lugar. Lo abrieron en 1971 y sigue siendo lugar de encuentro.
Abbott y Costello es el bar de Rock insigne de Bogotá, fundado en 1985 por los hermanos Jairo y Édgar García. En este lugar, levantado en pleno corazón de Chapinero, en la Calle 65 arribita de la Caracas, solo suena rock clásico y se bebé mucha cerveza de barril siempre fría. Emborracharse en Abbott, en sus también clásicas mesas de madera, no sale costoso.
Allí los clientes son un parche de amigos que por más de 30 años llevan juntos bebiendo pola y cocteles unos clásicos y otros inventados por sus fundadores que tienen nombres de las bandas de rock que allí se escuchan, como Black Betty, Metallica, Angie.
