El integrante del equipo de Gustavo Bolívar en el senado fue el hoy Ministro de educación Daniel Rojas. Economista de la Universidad Santo Tomás, trabajó en un cargo menor en temas sociales con Petro en la alcaldía de Bogotá. Uno de los más radicales del Progresismo, fue director programático de la campaña presidencial y primer director de la SAE de donde pasó a reemplazar a la chocoana Aurora Vergara en el Ministerio de Educación. Igual que Gustavo Bolívar es un gran escudero del presidente desde su X y en todos los actos de gobierno sigue su libreto.
La confianza con Rojas es tal que lleva más de dos meses ocupando los dos cargos, que probablemente ante los cuestionamientos al nombramiento del exconcejal Diego Cancino en el cargo, muy seguramente permanecerá otro tiempo con las riendas de la SAE, que bajo su dirección fue una de las entidades que más tierras -incautadas a los narcos- han entregado para la reforma agraria priorizando organizaciones campesinas pero también han repartido decenas de activos urbanos para las universidades públicas.
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Pero Rojas no es el único
La historiadora Gloria Miranda pasó de la UTL de Bolívar, a donde llegó a trabajar en el tema políticas para la erradicación de cultivos ilícitos donde fue la encargada de coordinar el fallido proyecto de legalización del cannabis de uso adulto. Con el triunfo de Petro, fue nombrada directora de políticas de drogas del Ministerio de Justicia con Héctor Osuna a la cabeza. Después de dos años, y muy impulsada, ya no por Bolívar sino por Laura Sarabia desde la presidencia, Miranda pasó a la dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos que aunque está articulada a la Agencia de Renovación del Territorio (ART), el tema es del resorte del Presidente como lo fue mientras Felipe Tascón estuvo a la cabeza.
Gloria Miranda formó parte del grupo de funcionarios del gobierno que por orden presidencial viajaron al Planteado, municipio del Cauca en el que el gobierno está empeñado en quitarle el control territorial a las disidencias de Iván Mordiscos. Fueron cuestionados por haber utilizado prendas de uso militar según registros que los propios funcionarios divulgaron en redes.
De esta camada de activistas vinculados a la UTL de Gustavo Bolicar resultó también Álvaro Moisés Ninco, un samario comprometido de hace más de una décadas con movimientos sociales cercanos al llamado progresistas y no solo fue líder de las juventudes de la Colombia Humana, sino que fue el encargado de firmar la tutela que le dio la personería jurídica al movimiento. Fue nombrado embajador en México pero se fue forzado a renunciar por decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca por no ser funcionario de carrera ni contar con un título profesional, decisión que fue confirmada por el Consejo de Estado.
En Prosperidad Social, Gustavo Bolívar ha empezado a reclutar viejos conocidos para ejecutar uno de los presupuestos más grandes del gobierno, el brazo socia del gobierno. Algo similar ocurrió con la UTL del senador Armando Benedetti de donde resultó no solo Laura Sarabia sino varios de sus asesores que por vía suya están hoy en la presidencia, como es el caso del periodista Germán Gómez quien llegó a manejar las comunicaciones de Palacio después de haber sido jefe de prensa en Armando Benedetti, aunque su nombramiento acaba de ser tumbado por el Consejo de Estado.
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