Muchos han catalogado las remontadas de Joe Biden en algunos estados como “históricas” o “espectaculares”. El voto por correo demócrata masivo ha tenido mucho que ver en estos vuelcos electorales de última hora en algunas plazas, algo que ha permitido a Joe Biden creer que puede lograr la presidencia de Estados Unidos. El demócrata ha conseguido revertir la situación en Wisconsin, Michigan y Arizona y esto podría replicarse en Georgia y Pensilvania.
Estas elecciones del 3 de noviembre serán recordadas por las grandes remontadas en determinados estados clave de Estados Unidos. La igualdad está siendo máxima entre Joe Biden y el presidente Donald Trump y esto ha hecho que dos de los vuelcos electorales se produjeran al día siguiente de los comicios y que otros posibles cambios de vencedores se den varios días después del cierre de urnas.
La victoria más sorprendente, hasta el momento, para Joe Biden ha sido la de Arizona. Este estado, tradicionalmente republicano, tan solo había votado en una ocasión demócrata desde 1948, cuando Bill Clinton se impuso en 1996. Clinton ganó en ese entonces porque Ross Perot, líder de un antiguo tercer partido, dividió el voto republicano.
Sin embargo, la victoria de Biden se anunció anoche tras una espectacular remontada en el estado. En este repentino cambio ha tenido mucho que ver la variación demográfica que ha experimentado el estado en las últimas décadas. Muchos de los migrantes mexicanos que llegaron a Estados Unidos hace años y se instalaron en Arizona ya tienen derecho al voto, o lo tienen sus descendientes.
El perfil del votante latino en Arizona es muy diferente al votante latino de otros estados, como Florida. Los latinos de Arizona tienen una tendencia mucho más progresista, son trabajadores que han sufrido el racismo y la xenofobia habitualmente en este estado y que, más recientemente, han pasado estragos por la pandemia del Covid-19 y el desempleo, que ha golpeado duramente a la región.
Un condado clave para entender esta sorpresa electoral es el de Maricopa, cuya capital es Phoenix. Este condado es el más poblado del estado y es uno de los mayores bastiones del país, sin embargo, en estos comicios Biden lleva la delantera a Trump.
Aunque medios de comunicación como AP se han apresurado a dar la victoria en este estado a los demócratas, parece que los resultados estarán mucho más ajustados de lo esperado en Maricopa. Medios de comunicación, como The New York Times, ya han quitado a Arizona como un estado demócrata asegurado y lo han encasillado, de nuevo, como por definir.
Para el partido azul estadounidense perder Wisconsin en 2016 fue algo casi traumático. Este estado había sido demócrata desde 1989 y el efecto Donald Trump le arrebató sus 10 diez votos electorales a Hillary Clinton, ayudando a aupar al magnate neoyorquino a la Casa Blanca.
En 2020, este estado, que forma parte del conocido como cinturón del óxido estadounidense, volvió a manos demócratas, pero tras una espectacular remontada de Joe Biden en el estado. Wisconsin supuso la confirmación de las tendencias que se empezaron a vislumbrar durante la madrugada, que apuntaban a que los demócratas estaban recortando terreno a Trump en estados clave.
Durante toda la noche, Donald Trump sacó una media de cinco puntos porcentuales a su rival en el estado, pero una vez empezó a salir escrutado el voto por correo de la ciudad de Milwaukee, gran bastión demócrata en la zona, todo cambió y Biden confirmó su victoria por algo más de 20.000 votos, o lo que es lo mismo, 0,60% del total de votos emitidos. Donald Trump ganó en esta plaza por tan solo 0,7% de los votos en 2016.
El ajustado resultado ha hecho que el actual mandatario estadounidense ya anunciase sus intenciones de pedir un segundo recuento de los votos del estado.
El premio más grande obtenido por Biden de los estados en los que se ha confirmado el vuelco electoral está en Michigan. Biden comenzó perdiendo este estado por hasta 13 puntos durante las primeras horas de la noche del 3 de noviembre, haciendo creer que esta pieza fundamental del cinturón del óxido se iba a escapar de las manos demócratas de nuevo.
En Michigan pasó algo similar a lo que pasó en Wisconsin en 2016. Trump ganó por apenas el 0,3% a Hillary Clinton y se llevó 16 delegados electorales que le dieron la victoria en el cómputo general. El declive económico de esta región ha sido clave en los últimos años para que el votante obrero blanco haya variado sus preferencias hacia la candidatura republicana, abandonando la condición de bastión demócrata clásico.
Joe Biden pudo confirmar su victoria en la tarde del 4 de noviembre sobre este estado. El apoyo masivo al exvicepresidente en ciudades como Detroit fue fundamental y los conteos siguieron durante horas después del cierre de urnas a pesar de los llamados de la campaña de Donald Trump a que cesasen los escrutinios por lo que entendían era “fraude”. Al final del día, la ventaja de Biden fue mucho más holgada y superó en dos puntos a Trump.
Además de estos tres estados, la situación de remontada electoral puede repetirse en favor de los demócratas en Pensilvania y Georgia. De confirmarse, la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump sería bastante más abultada, pero se cree que la igualdad será máxima en los dos estados.
En Georgia se están contando los últimos miles de votos, pertenecientes al área metropolitana de Atlanta y a los que han votado por correo. Los analistas coinciden en que serán mayoritariamente demócratas, pero esta por ver si son suficientes para remontar los más de 20.000 votos de ventaja de los que dispone Trump.
En Pensilvania faltan muchos más votos por contar ya que se preveía que iba a ser el estado más demorado en el conteo de votos por correo. En este caso, Donald Trump le saca unos 175.000 votos de ventaja a su rival, algo más de dos puntos porcentuales, pero quedan votos por escrutar de Filadelfia, la principal urbe del estado y uno de los mayores centros demócratas del país.