Los originales estuvieron en las pantallas de forma activa por cerca de cincuenta años. Se trataba de tres personajes cómicos y ridículos que hacían reír usando la violencia física y verbal. Se golpeaban, se tiraban de las orejas, de la nariz, se daban patadas, coscorrones y hacían gestos extravagantes. El trío original lo conformaban Curly, Larry y Moe. Si hoy en día volvemos a asistir un capítulo de estos, con certeza diremos que son unos simplones, si más, pero bueno, al fin y al cabo, se trataba de entretener y era otra época, pero ahora, al sur del continente americano tenemos una nueva versión de estos.
Estos tres personajes tienen características muy diferentes a la vez que rasgos en común. El primero y más preocupante de todos es que están al frente del gobierno (o por lo menos en apariencia) de países de gran importancia en la región. El segundo es su extravagancia y el tercero su estupidez. Por otra parte, provienen de lugares distintos: uno del sindicalismo, otro un heredero mimado y el último un supuesto militar.
El primer chiflado
Inició su carrera en el sindicalismo, posteriormente fue diplomático de su país, ejerciendo la cartera de relaciones exteriores desde el 2006 y hasta el 2012, en donde pasó a ocupar la vicepresidencia de su país. Tras el fallecimiento del presidente, este asumió la presidencia de forma temporal, y posteriormente fue electo para el periodo 2013 a 2019, ahora nuevamente ocupa el cargo hasta el 2025, con la peculiaridad que muchos gobiernos del mundo y casi todos los de la región no lo reconocen.
Este personaje tiene una forma jocosa y popular de expresarse, intentando recordar a su antecesor, pero está muy lejos de aquel. Su antecesor, a la vez que daba titulares para el mundo entero al decir “aquí huele a azufre” y santiguarse, también hablaba claro, era un hombre de Estado y emprendía unas reformas políticas y sociales para que su país prosperara, por el contrario, el actual no hace más que hacer el ridículo y hundir a un país rico, a la vez que persigue a sus contrincantes políticos. Este chifladito se jacta de ser revolucionario, pero no hace más que favorecer el discurso de extrema derecha al demostrar con sus actos bajeza y ruindad. En su cabeza, por su forma de ser y administrar el Estado, es fácil concluir que no hay ni siglo XXI, ni revolución. Por el contrario, una nomenclatura, en su mayoría compuesta por militares gobierna de forma arcaica.
El segundo chiflado
Era un niño de papá, y hasta hace poco tiempo un completo desconocido. Su padre fue gobernador por un año de Antioquia, ministro de minas y durante el gobierno de Andrés Pastrana fue registrador nacional. Inició su carrera en la CAF y después fue asesor del ministerio de hacienda también en el gobierno de Pastrana. Posteriormente trabajó en el BID, también bajo tutela y por recomendación de su padre, de Pastrana y de Uribe. Gracias a este último personaje, el muchacho hasta entonces desconocido dio un salto a la política y se convirtió en senador. Posteriormente, tras meterle el miedo a la gente con Venezuela, el “castrochavismo”, y cosas por el estilo, se convirtió en presidente.
Es un espectáculo en televisión, ha aparecido tocando la guitarra, haciendo magia, jugando futbol, dando saludos, y últimamente dando unas clases magistrales de historia, nada que envidiar al primer chiflado en realidad.
El tercer chiflado
Inició su carrera profesional en el ejército, como no podría ser de otra forma concluye uno después de escuchar su lógica y elocuencia argumental. Incluso el entonces superior de este, el coronel Carlo Pellegrino, dijo que este fue constantemente contradicho, repelido o refutado por su carácter violento y su falta de lógica y racionalidad en sus argumentos.
Este chifladito estuvo por siete legislaturas en la política como diputado, pasando por innumerables partidos, algunos ya no existen o cambiaron de nombre y unos, más que otros, han sido fuertemente golpeados por corrupción. El PPR, PPB, PTB, PFL, PP, PSC, PEN y finalmente fue electo presidente por el PSL.
Es un espectáculo circense (con respeto de los grandes artistas del circo) en internet y televisión, hace muecas, gestos extravagantes, señala, alza la voz, habla de muerte, asesinato, fusilamiento, tortura y una amplia gama de barbaridades sin sentido, como la defensa de torturadores y la dictadura.
***
En el episodio que acaba de comenzar, estos señores no hacen más que jalarse las orejas, sacarse la lengua y cosas por el estilo, mientras sus respectivos pueblos esperan que algo mejore de su realidad. El primero tiene una inflación por las nubes, detractores políticos e incluso antiguos amigos suyos, están presos sin derecho a juicio etc. etc. etc. En el segundo matan a los líderes sociales en una proporción alarmante, de uno por día, y suben los impuestos, y los testigos claves de corrupción aparecen sospechosamente suicidados etc. etc. etc. En el tercero, el que piensa diferente es echado de su trabajo. También continúa la violencia y su magnífica solución es darles más armas para que se maten. También se alistan para quitarle las tierras a los indígenas, y para imponer colores a los niños y las niñas, siendo unos de azul y otros de rosa, todo porque Deus acima de todos etc. etc. etc.
Ahora resulta que estos tres personajes siendo provocados y manipulados pretenden darse de punta pies y coscorrones. Entre bastidores hablan de unas posibles acciones militares etc. y los medios de comunicación se prestan para tan grande absurdo, y entonces salen “expertos” hablando de TU-160, Sukhoi, super tucano etc. Como si la guerra fuera un juego y dejara algún vencedor. Francamente esto es una muestra de la bajeza y degradación de la política y la diplomacia o para ser justos, de su, no entendimiento.
Por una parte, se habla de acciones militares abiertas de unos Estados contra otros, aunque con seguridad, lo que pretenden es crear y financiar unas milicias que desestabilicen al país del primer chiflado y con ello a toda la región. Sin embargo, creo y espero que los pueblos de estos tres Estados Nación seamos lo suficientemente claros para detener a estos señores si es que se les ocurre llevar a cabo tal estupidez.