A las seis de la tarde del 28 de octubre de 2018, Jair Bolsonaro era la representación misma de la victoria, había sido elegido presidente de Brasil. Pocos meses en el amplio abanico de 13 candidatos era uno más, el que hacía la segunda a Luiz Inácio Lula da Silva, el favorito que aún no tenía asegurado su derecho a participar. Una puñalada en el vientre, propinada por el cuchillo de cocina de un desquiciado de 40 años, cambió el panorama. Su imagen se disparó dentro y fuera del país, sus frases homofóbicas misóginas, racistas, se repitieron en todos los idiomas y en la primera vuelta esta estrella de las redes sociales pulverizó a todos los oponentes con el 46 % de la votación. El fenómeno Trump se había reproducido en Brasil. Jair Messias Bolsonaro es hoy el sucesor de Michel Temer, tras vencer en segunda vuelta al escogido por Lula, Fernando Haddad.
Al Palacio de Planalto llegará Bolsonaro, excapitán del Ejército y parlamentario de siete periodos investido de presidente por la voluntad de 57 millones de brasileños. Un respaldo que se replica en el Congreso de 513 escaños que acaba de renovar la Cámara de Diputados y dos tercios del Senado, con el más alto índice de cambio de este siglo. De los 500 diputados que buscaban la reelección solo el 46 % lo logró, y 85 % de los senadores electos llega por primera vez.
La ola Bolsonaro impulsó el Congreso más conservador desde el fin de la dictadura (1963-1984) en el país más poblado de América Latina. De los 513 asientos en la Cámara de los Diputados, 301 estarán en manos de parlamentarios de derecha desde el 1 de enero de 2019. El Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro que tenía 8 escaños logró llegar a 52. Pero 52 no es mayoría. La mayoría la obtendrá el presidente con el apoyo de la bancada BBB —Bala, Buey y Biblia— conformada por los diputados lobistas de las empresas armamentísticas, los representantes del campo y los evangélicos. Esos suman 300, dicen los analistas políticos, Bolsonaro que 350, que le dan ampliamente la mayoría simple y está muy cerca del 70 % necesario para la aprobación de enmiendas constitucionales, como la polémica reforma tributaria o la de seguridad social.
Tereza Cristina, lidereza de la bancada de los rurales, apodada del Buey
Así es la BBB, así son sus líderes.
La bancada más poderosa del Congreso, la de los rurales del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) representa casi la mitad de la Cámara de Diputados, tiene el apoyo de 40 grandes empresas agrícolas y está liderada por Tereza Cristina Correa da Costa Dias o simplemente Tereza Cristina, 64 años, una ingeniera agrónoma nacida en Campo Grande, capital del joven estado Mato Grosso del Sur (1977), donde tiene un prestigio bien ganado porque en su paso por la administración pública crecieron exponencialmente las exportaciones de carne con la obtención del certificado de área libre de aftosa, se crearon 14.278 nuevas empresas, 178 000 nuevos empleos y aumentó el salario medio. En el Congreso su notoriedad reciente se debe a que como líder de la Comisión Rural, fue la principal responsable de la aprobación del proyecto de ley conocido como "PL veneno" que dio vía libre al uso del paraquat en Brasil. “Tereza la venenosa”, fue apodada con sorna en algunos medios.
Fue ella, la que tomó las riendas de la bancada el 18 de febrero, quien personalmente unos días antes de la primera vuelta fue a la casa de Jair Bolsonaro en Río de Janeiro para ofrecerle el apoyo de los hacendados. La noticia debió ayudarle en la recuperación del atentado y en el ascenso en las encuestas porque significaba, nada menos que ese poderoso grupo se le volteara al centroderechista Geraldo Alckmin, quien era el favorito de los grandes sectores industriales y estaba en cuarto lugar en los sondeos. Más allá de los tintes programáticos aludidos en el comunicado anunciando el respaldo, entre líneas estaba el rechazo a Fernando Haddad, “el que dijo Lula”.
El apoyo se mantendrá en el Congreso, con de los llamados miembros de la bancada de la bala, que también estaban con Alckmin y lo dejaron colgado de la brocha cuando las encuestas lo mostraban lejos de pasar a segunda vuelta. El apoyo a Bolsonaro lo dio su líder Alberto Fraga en vivo y en directo en TV Globo, donde afirmó sin ninguna duda que el resto de la bancada pensaba lo mismo. “El apoyo está implícito” dijo.
Alberto Fraga, líder de la "bancada de la bala" Foto: Twitter/Alberto Fraga
Coronel de la reserva de la Policía Militar. 62 años, formado en derecho, administración y educación física, maestro en Seguridad Pública. casado con Mirta y padre de Diego, Bruna y Thiago, Fraga lleva cuatro periodos como diputado. Creó y lidera la bancada, y está lejos de rechazar el nombre que le han dado. “Prefiero ser de la bancada de la bala que de la bancada de la mala”, ha dicho refiriéndose a los casos de corrupción que involucran a los líderes del PT. Es muy cercano a Bolsonaro, fueron la misma clase en la Escuela de Educación Física del Ejército, en Río de Janeiro, en 1981. La amistad es tanta, que Bolsonaro lo llama Pancracio, en referencia a los luchadores de boxeo de Grecia.
La bancada de la seguridad se ha hecho más fuerte con el aumento de parlamentarios que defienden mano dura en seguridad pública, y el sentimiento del 38 % de los brasileños que consideran “positiva” una alternativa militar, según sondeos. Alberto Fraga está de ese lado. En el 2005 presidió el No en el plebiscito de desarme, y es vox populi su cercanía con la industria de las armas, varias veces ha tenido que negar que haya recibido donaciones de empresas como Taurus, para la campaña.
El recién elegido presidente, excapitán de la Policía, tiene en la bancada de los militares un aliado natural. Como en la de los evangélicos, con los que ha militado políticamente, no obstante ser católico. El clan Bolsonaro es buena muestra de la simbiosis entre las dos fuerzas parlamentarias. Flavio el hijo menor de Jair el presidente es senador de Rio de Janeiro y Eduardo, el mayor, repitió como diputado de Sao Paulo. Los tres son evangélicos y exmilitares.
Los evangélicos hicieron una implacable campaña por Bolsonaro y el emblema de ese apoyo fundamental en la primera vuelta fue Edir Macedo, el magnate de la Iglesia Universal del reino de Dios, propietario de TV Record que le puso el canal a su disposición e hizo la ya famosa entrevista sin contrapreguntas el jueves anterior a las elecciones mientras los otros candidatos se engarzaban en un aburrido debate en TV Globo.
Hidekasu Takayama, líder de la bancada de la Biblia, Foto: Wikipedia
En el Congreso, el líder de la bancada de la Biblia, como se le apoda, es el pastor Hidekazu Takayama, 70 años, un descendiente de japoneses budistas que se convirtió evangélico en su adolescencia, y es miembro de la Asamblea de Dios en Curitiba, Paraná. La preside desde el 17 de abril de 2017, y fue quien hizo público el apoyo a Bolsonaro. Pero fue derrotado para senador de Paraná, por lo que desde el 1 de enero otro líder dirigirá al centenar de diputados que representan a los 44 millones de brasileños que están en contra del matrimonio gay y a favor del Estatuto de la Familia.
La bancada BBB ya ha dado las muestras de su poder parlamentario: fue clave en la aprobación del impeachment contra Dilma Rousseff y será clave en la gobernabilidad del presidente que hace tres años pocos tomaban en serio.