El senador Armando Benedetti, a quien la Fiscalía insiste en que sea investigado por la Corte Suprema por el presunto cobro de comisiones –del 20%- en el marco de una entramado entre abogados y falsos procesos que han terminado desfalcando el Fondo de Pensiones del Magisterio de Córdoba en $40.000 millones, tiene otras fichas burocráticas bien colocadas que le dan una influencia clave y poder de decisión. Es el caso de la Electrificadora del Meta. Desde hace ocho años, cuando Santos llegó a la Presidencia y Benedetti se convirtió en aliado incondicional del gobierno, el senador barranquillero tuvo en su mira la electrificadora llanera (Emsa). Junto a la representante a la Cámara de su partido Elda Lucy Contento y de su hermano, el dirigente local Elkin Contento, el senador le ha dado el respaldo político necesario a los distintos gerentes que han ocupado el cargo; el último de ellos Jaime Hernán Rey, quien llegó en noviembre de 2014.
Para completar el engranaje, el senador Benedetti es cercano a un importante contratista de la electrificadora: Fredy Hernán Pérez, quien fue candidato a la alcaldía de Granada, Meta. Pérez ha firmado contratos y convenios superiores a los $8 mil millones firmados entre el 2010 y 2014 y se calcula una cifra superior en los últimos dos años. La influencia de Benedetti en la empresa, además, le ha dejado réditos políticos en un territorio ajeno para él: en las elecciones de 2010 obtuvo 6 mil votos en el Meta y en las últimas, las del 2014 a pesar de su discreta campaña en el departamento alcanzó a arañar 2.794 votos siendo el cuarto congresista más votado en el Llano.