Somos auténticos por lo que rara vez nos traicionamos en nuestras simplezas. Fieles al espíritu ventejuliero de nuestro ADN, se ha desatado un frenesí sobre el boato que se debe guardar en la administración pública del país.
Ha quedado al desnudo la hipocresía de quienes alcanzan alguna canonjía y adoptan la actitud de los conversos, de ser más papistas que el Papa. Sin duda, seguimos siendo dos, tres o más naciones dentro de un país, bien distintas entre sí.
Por un lado, la altiplanicie cundiboyacense; por otro, los litorales Pacífico y Atlántico y también es diferente la selvática amazonia con su inmensa cuenca; esto explica las diferentes idiosincrasias.
La prensa de oposición montó un circo para menoscabar los acuerdos alcanzados entre la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres por Colombia y su homóloga de Industria, Comercio y Turismo del gobierno español de visita por estos andurriales, doña María Reyes Maroto.
La tontería, el calzado que usó la primera para tan ilustre reunión, unos tenis. Dichos centros de divulgación han quedado literalmente como un zapato, pues a la funcionaria parecen resbalarles las apariencias, anteponiendo sus estudios de filosofía y de materias culturales, así como sus obligaciones de funcionaria.
Temas ridículos como el de las zapatillas de cristal de la princesa hicieron quedar a su portadora como una reina, en un recuerdo de la leyenda de la Cenicienta. No aprenden, porque antes un periodista del ramo de las pendejadas tuvo un mal rato con el entonces presidente Hugo Chávez Frías.
Queriendo pasar por original, ignoró que el barinés fue hombre de lecturas amplias. Le increpó por su lenguaje venezolano que en nada se parecía al hablar engolado de los nacidos en la antigua Santafé de Bogotá. La respuesta del interpelado fue sencilla; que él había querido nacer el día de los delicados, pero no pudo.
Cuando me presenté a la evaluación final ante un tribunal de profesores, presidido por el jefe de departamento para optar por el título de especialista médico, queriendo estar a la altura de una supuesta etiqueta me salté que Cuba es la flor misma de la informalidad.
Llegué de vestido entero blanco hueso, que exprofeso era un poco largo en la chaqueta y holgado de pantalón, como los trajes de Benny Moré, y en parte esa había sido la inspiración. Los maestros estaban de guayabera y yo de mosca en leche. Aquella situación distensionó el ambiente y las cosas se dieron bien.
Colombia es el paraíso donde prevalece lo adjetivo (el juzgamiento) sobre lo sustantivo (lo que se hace efectivamente). Muy poco se han explicados los acuerdos alcanzados porque la sandez si se pudiera cuantificar requeriría una escala sinfín.
“La ministra María Reyes Maroto y la ministra Irene Vélez han mantenido un encuentro bilateral en el que se ha puesto de manifiesto el interés de España y sus empresas en participar en la transición energética por la que apuesta el Gobierno de Colombia”, dijo la valida española y eso fue lo importante.
Sin embargo, nada del embeleco de los tenis nos debe extrañar, cuando todavía nuestra historia de Colombia no ha superado el episodio de un florero ocurrido en 1810.