El pasado 18 de mayo participé en la presentación de los resultados de la 3ª Encuesta de Opinión Sindical realizada por la Escuela Nacional Sindical con el apoyo técnico de Invamer Gallup.
La ficha técnica de la encuesta muestra que fue realizada a 104 dirigentes de los sindicatos más representativos del país, incluyendo federaciones, centrales y organizaciones no confederadas de todas las centrales sindicales y vertientes políticas presentes en el sindicalismo y aquí empiezan las sorpresas, solo el 26 % de los encuestados manifestó hacer parte del Polo Democrático Alternativo.
La Encuesta de Opinión Sindical –EOS– es un instrumento importante para conocer el pensamiento del movimiento sindical sobre la agenda política, laboral y sindical y para hacer un plan de acción. Es además un instrumento paralelo a las encuestas de opinión empresarial que realizan tanques de pensamiento como Fedesarrollo o la Andi.
La Escuela Nacional Sindical ha tenido la intención de demostrar que los sindicatos y los trabajadores también opinan y que es necesario reconocer esas opiniones, incluirlas y construir con ellas agendas nacionales para el trabajo decente, que cuenten con la voz de todos los actores del mundo del trabajo.
Quiero destacar algunos resultados relevantes de la encuesta que pueden ayudar a entender al sindicalismo actual. Primero, es que solo el 1 % de líderes encuestados tiene entre 25 y 35 años de edad, una muestra más de las dificultades para el recambio generacional al interior del movimiento sindical. Debemos persistir en vincular a los jóvenes a las organizaciones y separarlos de la propaganda que les quiere convencer que a los jóvenes no nos interesa tener trabajo decente ni estabilidad laboral. La inmersión de los jóvenes al mundo del trabajo se está haciendo en medio de duros panoramas de tercerización, informalidad y precariedad en el trabajo que hacen urgente su organización en sindicatos para la reivindicación de mejores condiciones laborales.
Solo el 60,6 % de los líderes encuestados
tiene una percepción favorable sobre el proceso de paz
En segundo lugar, debemos destacar que solo el 60,6 % de los líderes encuestados tiene una percepción favorable sobre el proceso de paz. Solo el 52,9 % considera positivo que los insurgentes desarmados participen en política y el mismo escaso porcentaje considera que el fin del conflicto armado traerá mejores condiciones para el sindicalismo en el país. Parece faltar pedagogía sobre los acuerdos para la terminación del conflicto armado. Pensaría yo que el sindicalismo masivamente debería creer que el país avanzaría positivamente con los acuerdos en La Habana.
Hay que redoblar esfuerzos por separar los acuerdos con la insurgencia de los asuntos laborales y sindicales o de la mala imagen del gobierno Santos. Los trabajadores tienden a asociar muy fácilmente el respaldo al plebiscito con el respaldo al gobierno de Santos y se equivocan. Falta mucha educación sobre la paz y estamos a tiempo.
El 90,4 % de los sindicalistas consideran muy negativo el acceso a la justicia y esto puede obedecer a la ausencia de conciencia de clase en la mayoría de los trabajadores de la judicatura del país que asumen el papel de “asalariados” cuando van a paro reivindicando derechos, estabilidad y reconocimiento, pero poco cuando deben resolver un conflicto laboral entre un indefenso trabajador y una poderosa multinacional.
Es entendible la caída en el descredito entre los sindicalistas de la Corte Constitucional. El porcentaje de desconfianza en esa corte creció del 39.4 % en el 2012 al 72.1% en el 2015, obviamente por el escándalo protagonizado por Jorge Pretelt y otros magistrados que seguramente no terminará en condena por la alianza entre el Centro Democrático y el partido Cambio Radical para absolverlo nombrando al senador José Obdulio Gaviria como ponente para su investigación en el Senado.
Hay que destacar el aumento de la confianza en la Central Unitaria de Trabajadores CUT pasando del 68,3 % en el 2012 al 74 % en el 2015 y que tiene que ver obviamente con sus programas contra la tercerización, los pactos colectivos y los contratos sindicales en los últimos tres años. La Escuela Nacional Sindical, también aumentó su percepción positiva pasando del 67,3 % al 73,1 % en tres años.
Los tres temas en los que el gobierno debe centrar su atención son:
generación de trabajo decente, disminución del desempleo
y las libertades sindicales.
Los sindicalistas del país consideran que los tres temas en los que el gobierno debe centrar su atención son: a) generación de trabajo decente, b) disminución del desempleo y c) las libertades sindicales.
Los sindicatos también consideran, por ejemplo, que los organismos de inteligencia (89,4 %) o instituciones como Fedesarrollo (87,5 %) o la ANDI (83,7 %) aumentaron su nivel de desconocimiento a las organizaciones de trabajadores. Los medios masivos de comunicación también desconocen a los sindicatos en un 84,6 %, según los dirigentes.
Los trabajadores tienen la percepción que hoy en día el nivel de riesgo para el ejercicio de la actividad sindical disminuyó con respecto al 2012, pasando del 95, % al 85,6 %. Los encuestados también consideran que los mayores generadores de violencia antisindical siguen siendo los paramilitares en un 42,3 %.
Los sindicalistas destacan a Fecode (86,5 %) y a la USO (82,7 %) como los dos sindicatos más grandes e importantes del país y considero, sin mayor elucubración, que dicho reconocimiento obedece al tipo de sindicalismo que practican las dos organizaciones: un sindicalismo sociopolítico.
El sindicalismo considera que los espacios de dialogo social no son eficientes en porcentajes superiores al 60 % y esa percepción es fácilmente explicable si se tiene en cuenta la gran división y atomización del movimiento sindical en Colombia que hacen poco productivo el dialogo social. Sin sindicatos grandes con capacidad de negociación, los espacios de dialogo social son un saludo a la bandera. Pero de otro lado, el 83,7 % considera que el diálogo social debe tener gran relevancia en el posacuerdo.
La dirigencia sindical nacional tiene muchas limitaciones de comunicación hacia la opinión pública y apenas usan redes sociales, solo el 27,9 % de los entrevistados usan Twitter y el 52,9 % el Facebook, lo cual demuestra que hay mucho por hacer en el campo de la comunicación en un mundo en el que la comunicación virtual en tiempo real, juega un papel indispensable en el equilibrio de la información, en la movilización y en la comunicación con el público joven.
Para rematar, el mismo sindicalismo considera en un 86,5% que no hay unidad en el sindicalismo, un dato que mide la desconfianza que hay entre las organizaciones sindicales en un momento donde urge avanzar rápidamente hacia “menos sindicatos, más afiliados”, caminar hacia el sindicalismo y la negociación colectiva por rama.
Sin duda, mucho por analizar, pero sobre todo mucho por hacer. El trabajo apenas empieza.