En su encendido discurso del miércoles 7 de junio en plena carrera Séptima Petro anunció una noticia que, debido a la virulencia de las palabras, pasó desapercibida en los grandes medios: viajaría en las horas de la noche del jueves a La Habana a pactar un cese al fuego de seis meses con una de las guerrillas más viejas del mundo. En la noche del jueves Petro aterrizó en el aeropuerto José Martí de La Habana. Su llegada constituiría el cierre de la primer parte de una agenda que empezó a gestar desde agosto del 2022, pocas semanas después de que se posesionara en la Plaza de Bolívar y que es la piedra angular de una de sus políticas más ambiciosas, La Paz Total.
Para lograrlo tuvo que convencer a uno de sus rivales más enconados, el fiscal Barbosa, de que le levantara las órdenes de captura que pesan sobre Antonio García, viejo guerrero, máximo comandante del ELN, y cumplirles a los negociadores de esa guerrilla. García ha tenido bastante experiencia en las lides de la negociación. La primera vez que se sentó en una mesa fue en los diálogos de Tlaxcala que luego se trasladarían a Caracas y que sucedieron durante el gobierno de César Gaviria. También estuvo en la frustración que significó para esta guerrilla sentarse a negociar con los gobiernos de Andrés Pastrana, Alvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque. Con Santos lo más lejos que había llegado el ELN de cumplir un cese al fuego fue el pacto de no agresión que firmó con ese gobierno en septiembre del 2017, mientras el papa Francisco visita Colombia. García llegó a La Habana una semana atrás y esto significó un espaldarazo a un comandante que ha sido crítico de la postura del gobierno en esta negociación.
En la isla ya estaba Pablo Beltrán. Ingresó a esta guerrilla en 1975 cuando aún era conocido por el nombre que le pusieron sus padres, el de Israel Ramirez Pineda y estudiaba ingeniería de petróleos en la Universidad Industrial de Santander. Pablo Beltrán se hizo conocido en todo el mundo cuando fuera quien comandara la operación del secuestro del Fokker de Avianca el 12 de abril de 1999. A sus 69 años Beltrán ha venido participando en mesas de paz desde el gobierno de Ernesto Samper. Una declaración suya, después del anuncio del cese al fuego de Petro, encendió los medios que tomaron la línea editorial contra Petro: el ELN seguiría con sus actividades delictivas.