Con tremenda pea, rasca, embriaguez, mona, ebriedad, cogorza, juma, jumera o intoxicación etílica se presentó el senador Álex Flórez a las puertas del Hotel Caribe, en el exclusivo sector de Bocagrande, de nuestra Ciudad Calamarí ─La Heróica, El Corralito de Piedra, La Cartago de Avia Yala─, tipo cuatro de la madrugada, dos de septiembre de 2022.
Evocando la ranchera de José Alfredo Jiménez, “llegó borracho El Borracho, pidiendo cinco tequilas”. O el estribillo “cantinero sirva trago, cantinero sirva trago, que me voy a emborrachar, que me voy a emborrachar”, a lo Dolcey Gutiérrez.
O “la parranda es pa amanecé, el que se duerma lo trasquilamos”, como cantaba Rafael Orozco, el vocalista inmortal de El Binomio de Oro. O “el ron está sabroso, el ron está sabroso, échame el trago, échame el trago”, con la voz de Irene Martínez y Los Soneros de Gamero.
O como Nancy Ramos, “yo sí bebo, y estoy viviendo”. Y eso sí, haciendo honor al tema La plata, de Diomedes Díaz y Juancho Rois: “Por eso la plata que cae en mis manos, la gasto en mujeres, bebida y bailando”.
Son $34'417.000 pesos (34 salarios mínimos), que le cayeron a cada congresista este fin de mes (¡ay, chuchi!). Ese plusvalor debe ser bien sabroso.
Y puede haber otros ingresos non sanctos por contratos a cargo, mermeladas, porciones alícuotas de sus tantos “asesores”, abonos ocultos por cabildeos de multinacionales o grandes empresas nacionales. Vaya uno a saber quiénes entran en el cuento. Como todo es en el más absoluto secreto.
Ponle la firma que el Álex Flórez estuvo en La Fiesta De Blas, bailando el tema de la Fórmula Quinta. Digo esto porque… “en la fiesta de Blas todo el mundo salía con unas copas de más”. Ya lo decía Lucho Bermúdez: “Borrachera, borrachera, borrachera, tú eres la causa de mi pelea. Borrachera, borrachera, borrachera, tú eres muy fea”.
Según el Manual programa de atención al consumo de tabaco, alcohol y drogas, de la Subdirección de Gestión Humana, del ministerio del Interior, el alcoholismo es una “enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas alcohólicas y tiene síntomas de abstinencia después de interrumpir el consumo de alcohol.
El alcoholismo afecta la salud física y mental, causa problemas con la familia, los amigos y el trabajo, y aumenta el riesgo de contraer varios tipos de cáncer.”
En general tomamos demasiado. Esto se debe reconocer y pasar a ver qué podemos hacer al respecto.
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Nuestro relativo alto consumo de alcohol, te repito, es un punto poco tocado en sus efectos directos e indirectos sobre la crisis social, política e institucional que vivimos. Y por tanto sea esta una ocasión para ver qué se puede hacer al respecto. Así sea a manera de comentarios.
Comencemos por reconocer que a veces nos pasamos de calidad en ferias, fines de año, carnavales, fiestas patronales, homenajes a fechas patrias, partidos de la selección o del equipo del alma, fiestas familiares y amistosas, etc. Son motivos para la añeja costumbre de tomar hasta que el cuerpo aguante y amanezca.
Me vi envuelto, en ocasiones, en tomatas de hasta dos días seguidos en apartados lugares de recreo o en patios de caserones de municipios pequeños e intermedios. Para qué lo voy a negar: sí, he estado en estas. Una vez me desperté después de un tremendo rumbón y el desayuno fue una cerveza “bien fría es alegría”.
Para no alargarte más la historia, recién asistí enguayabado a una reunión de vecinas y vecinos con el tema de marras en los puntos a tratar. Se hizo una especie de lluvia de ideas para prevenir el alcoholismo, el cual se ha reconocido como un grave problema para la seguridad y las finanzas de las familias de la vecindad. Que ir a AA, y hacer charlas con sicólogos o trabajadores sociales, y ponerse a leer y reunirse en intercambios de libros.
Veamos que nos dice el Manual del min Interior que cité antes:
- Evita el amiguismo con personas que inducen al consumo de alcohol.
- Evita asistir a eventos donde es clara la obligación de consumir alcohol.
- Escoge un límite de cuánto usted va a tomar.
- Reduzca el alcohol en su hogar. Quite esta tentación en su propio hogar.
- Tome despacio. Cuando tome una bebida alcohólica, tómela despacio.
- En vez de otra bebida alcohólica, tome un refresco, agua o jugo.
- ¡No tome con el estómago vacío!
- Coma alimentos cuando esté tomando.
- Declare un "descanso" del alcohol... trate de dejar de tomar alcohol por una semana o dos.
- Aprenda como decir "No." Usted no tiene que tomar alcohol cuando otras personas lo están haciendo. No tiene que tomarse cada trago o cerveza que le den.
La gran verdad es que en una pelea con tremendas borracheras puede terminar mal y hasta en tragedia.
Y está, ya para terminar, la parte de las finanzas.
No es secreto que algunos trabajadores y trabajadoras cogen sus salarios en quincena o mensualidad, y ya en el mismo puesto de trabajo empiezan a tomar. Luego siguen en cercanías o en el centro y, si bien tratan de guardar para la casa, hay casos en que sigue la cosa y llegas a casa con los bolsillos pelados.
Al día siguiente viene el guayabo, la resaca, el ratón, la cruda, el chaqui, el chuchaqui, la goya, mejor dicho, el malestar general por tomar de más.
Y el enésimo arrepentimiento-juramento de “no voy a tomar más”… (Pero tampoco menos, ¡je, je, je!).