Kopps Commercial es una empresa con solo ocho años de historia, pero ese tiempo ha sido más que suficiente para meterse de lleno entre las empresas de alimentos y bebidas más grandes del país. Sus dueños, los belgas de Anheuser-Busch InBev (AbInBev), la cervecera más grande del mundo, son los mismos que en 2016 se fusionaron con la surafricana SABMiller y de esa manera, se adueñaron de la otra gran cervecera colombiana, Bavaria, previamente propiedad de los Santo Domingo.
Kopps le debe su nombre justamente a Leo Siegfried Kopp, el inmigrante alemán que fundó Bavaria en 1889 y a su hijo Guillermo Kopp Castello, quien estuvo al mando de la cervecera hasta 1969, año en el que fue adquirida por el grupo empresarial manejado entonces por Julio Mario Santo Domingo.
La familia Santo Domingo dirigió Bavaria durante más de 40 años hasta que en 2005 decidieron vendérsela a SABMiller, pero cuando la surafricana se fusionó con ABInBev, los Santo Domingo volvieron a tener parte del control de la cervecera, pues Alejandro es miembro de la Junta Directiva de la multinacional belga y el grupo empresarial posee cerca del 1 % de sus acciones.
En el informe presentado por la Superintendencia de Sociedades sobre las empresas más grandes del país en 2022, ambas cerveceras lograron meterse en el top 3 en el sector de alimentos y bebidas. Aunque Bavaria fue la segunda y Kopps la tercera, no estuvieron muy lejos en cuanto a ingresos operacionales se refiere, ya que los de la fundada en 1989 fueron de $ 10,9 billones y los de la fundada en 2015 de $ 9,6 billones.
Ambas se quedaron muy atrás de la multilatina Nutresa, que recientemente pasó a ser propiedad de otro grupo empresarial familiar como el de los Gilinski. La antes conocida como Grupo Nacional de Chocolates facturó poco más de $ 17 billones, consolidándose como la indiscutible líder del sector gracias a la venta de marcas tan reconocidas como Café Sello Rojo o la querida Chocolatina Jet.
No obstante, tanto a Bavaria como a Kopps les dio para superar ampliamente a la paraguaya Indega ($ 4 billones) y a gigantes de los lácteos como Alpina y Colanta ($ 3,5 y $ 3,4 billones respectivamente).