Apenas inicia el mes de febrero y ya se especula sobre los posibles candidatos para la alcaldía de Bogotá, así como de las eventuales alianzas de los partidos políticos para alcanzar dicho fin. Nombres como el de Clara López, Rafael Pardo, Enrique Peñalosa, Francisco Santos, Hollman Morris, Camilo Gómez y Angelino Garzón suenan para competir en las elecciones. Independientemente del partido por el cual se lancen los candidatos, es importante que quien gane demuestre más que las ganas de ser Alcalde. Bogotá tiene muchos problemas como son la corrupción, la inequidad, la movilidad, la seguridad, la desconfianza y la falta de credibilidad de los ciudadanos hacia la alcaldía.
Pero los problemas no son de la semana pasada, vienen de tiempo atrás, de administraciones pasadas, bien sea por decisiones equivocadas, por falta de experiencia, o por incapacidad para gobernar la ciudad. Las últimas alcaldías han tenido aciertos y desaciertos, desafortunadamente han sido más visibles en algunos casos, los escándalos de corrupción, que las obras buenas de cada administración. Cuando se les pregunta a los capitalinos qué les preocupa de Bogotá, normalmente responden que la movilidad y la seguridad, pues es lo que viven a diario a causa de las congestiones, falta de rutas y buses en el Sistema Integrado de Transporte Público. Pero no solo la movilidad le preocupa a los habitantes de la capital, también está la seguridad pues los bogotanos los hurtos en Transmilenio, en buses del SITP, o en el transporte público en general son el pan de cada día de los ciudadanos, sin contar la falta de presencia policial en Bogotá, como de la falta de efectividad de los mismos para combatir la delincuencia.
El punto central del caos es la corrupción como fue el caso de Samuel Moreno y los Nule. Quien gane las elecciones de Bogotá deberá saber con quien se relaciona, como atiende y maneja la contratación púbica y los impuestos.
En materia de inequidad, el alcalde que llegue deberá continuar con las políticas sociales que han desarrollado las administraciones de Lucho Garzón, Samuel Moreno y Gustavo Petro pues a pesar de los errores ellos le apostaron a disminuir la brecha entre ricos y pobres, desarrollaron políticas sociales como la campaña de Lucho Garzón, “Bogotá sin hambre”, en la que creó comedores comunitarios en varias zonas, así como políticas sociales en el ámbito educativo. Para el caso de Samuel Moreno el lema de campaña fue “Bogotá Positiva”, en donde puso la educación primaria y secundaria gratis en los colegios públicos del Distrito. Y por último, el actual alcalde Gustavo Petro bajo el lema “Bogotá Humana”, logró que Bogotá se convirtiera de las ciudades de América Latina con menos pobreza extrema. El alcalde que llegue deberá continuar con la línea de políticas sociales para continuar disminuyendo la inequidad que hay en nuestra ciudad.
La movilidad es un tema que pareciera no tener solución, pues pasan los días y las congestiones aumentan, no basta con el pico y placa, el Transmilenio y el SITP, por lo que es evidente que el Metro podría ayudar a descongestionar parcialmente la ciudad, sin embargo, no hay nada seguro. Poco a poco se abre paso al uso de las bicicletas como medio de transporte alternativo, sostenible y saludable, pero aún hacen falta garantías para que los ciudadanos puedan usar la bicicleta como medio de transporte, pues la inseguridad originada por la falta de presencia de la policía, de iluminación y ciclo rutas en algunos puntos de la ciudad, impide que los ciudadanos cambien sus carros por la bicicleta. Cabe señalar que pese a las dificultades anteriormente mencionadas, el grupo de personas que utiliza la bicicleta como medio de transporte he aumentado. Otro problema de la movilidad en Bogotá tiene que ver con la falta de control de las motos, pues la mayoría de accidentes que se presentan en las vías, se dan por causa de la imprudencia de los motociclistas, que van en sig sag, como si fueran en una pista de MotoGP. Otro punto que afecta la movilidad es que hay muchos carros y se están quedando cortas las vías de la capital, no sé si este punto tenga que ver con la planeación urbana, o simplemente Bogotá está creciendo a un ritmo exorbitante, pero algo tendrá que hacer el próximo alcalde. A los anterior se suma el deterioro de la malla vial, tanto de Transmilenio como de los otros carriles, la falta de señalización y los problemas de algunos semáforos.
Para el caso de la seguridad, el candidato que gane deberá tener una política que luche contra las BACRIM que se han tomado Bogotá, así las autoridades locales lo nieguen. El fleteo, el hurto y el cosquilleo, son algunos de los temas que le urgen a la ciudadanía. El incremento en el pie de fuerza de la Policía en las troncales de Transmilenio, como el mayor control en las mismas, es vital para la ciudadanía.
La desconfianza en el alcalde y la falta de credibilidad, será una de las tareas más complejas que el próximo alcalde tendrá que resolver, pues de la noche a la mañana no se arreglarán los múltiples problemas que tiene la capital y allí radicará su eficiencia a la hora de gobernar. Deberá mostrar resultados tomando decisiones que ayuden a atender los puntos anteriormente explicados.
El próximo alcalde deberá combinar las políticas sociales de las administraciones anteriormente mencionadas, pero también deberá ser un administrador responsable de la ciudad, un tecnócrata que retome las políticas de cultura ciudadana de Antanas Mockus, el aporte en diseño urbano de Enrique Peñalosa y la organización en las finanzas de la ciudad de Jaime Castro.
Twitter: @JUANCAELBROKY