Tras culminar la jornada electoral del pasado domingo en Putumayo, en la cual la candidata a la gobernación por el Partido Alianza Verde, se impuso en los resultados electorales, con 53.292 votos, frente a sus dos competidores, Jorge Coral Rivas, del Partido Conservador con 32.831, y Reinaldo Velásquez Ramírez, del Partido Liberal con 28.364; por primera vez en la historia política del Putumayo, una mujer llevará las riendas de este departamento ubicado al sur de Colombia, en la región amazónica.
Algunos de sus retos
Con los avances que ha tenido el proceso de paz, entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de Las Farc, en la Habana, Cuba, y la posible firma de un acuerdo para la terminación del conflicto armado en el país; teniendo en cuenta que el Putumayo ha sido uno de los departamentos más golpeados por la violencia que este, ha generado y que en su gran mayoría se ha asociado al narcotráfico y a algunos otros problemas de tipo social, la nueva gobernadora deberá asumir grandes retos en los próximos cuatro años los cuales serán de gran trascendencia para el desarrollo de esta importante región del país.
Salud
Además de afrontar la grave situación por la que atraviesa el sistema general de salud en Colombia, deberá ser prioridad para la nueva gobernadora, concretar la construcción de los dos nuevos hospitales de segundo nivel, en el medio y bajo Putumayo, para los cuales ya hay algunos recursos dispuestos por el Gobierno Nacional; el fortalecimiento de la red pública hospitalaria, la intensificación de las acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad y la ampliación de cobertura, la cual debe ir acompañada de estrategias para facilitar el acceso a los servicios médicos, especialmente en zonas apartadas del departamento.
Educación
El gobierno del presidente Santos, tiene proyectado para el año 2025, ubicar al país, como el más educado de América Latina; en consecuencia con esto, la nueva gobernadora del Putumayo, deberá fortalecer en esta área, aspectos como: la atención a la primera infancia, infraestructura y dotación educativa, las garantías para la financiación de los servicios de alimentación y transporte escolar, la conectividad a través de las TIC en instituciones educativas, y quizá uno de los anhelos más grandes de los putumayenses, trabajar en el fortalecimiento del Instituto Tecnológico del Putumayo ITP, para que este pueda ser convertido en la universidad pública del departamento.
Desarrollo agropecuario
El sector agropecuario, seguramente será, uno de los más priorizados por el gobierno departamental, pues gran parte de la votación obtenida, se debió al masivo acompañamiento de las organizaciones sociales y campesinas del Putumayo, quienes vienen reclamando la formulación y ejecución del PLADIA 2035 (Plan de Desarrollo Integral Andino Amazónico), que constituye una de las propuestas de los campesinos, para sustituir los cultivos de uso ilícito de manera concertada con las comunidades, además de otras estrategias para lograr un desarrollo agropecuario integral; la defensa de la tierra y el territorio, la ampliación de cobertura de los servicios básicos en la zona rural, infraestructura vial y titulación de tierras.
Posconflicto
Más del 50 por ciento de la población del Putumayo, es víctima del conflicto armado, el departamento ha sido uno de los más azotados por las consecuencias del mismo conflicto, por eso, este será el reto más grande para la gobernadora Aroca, pues no solamente se requerirán recursos económicos para atender y reparar a las víctimas, sino que también se deben enfocar los esfuerzos necesarios para lograr el perdón y la verdadera reconciliación en el departamento, departamento, que según el Gobierno Nacional, será priorizado dentro del tan mencionado posconflicto que ya se avecina en el país.
Lo demás…
Estos serán algunos de los retos, que seguramente deberá asumir Aroca, la gobernadora electa del Putumayo, sin dejar a un lado otros problemas, que son igual o de mayor importancia, como los impactos sociales y ambientales que genera la industria petrolera, la cual tiende a crecer en los próximos años, la minería ilegal, los altos índices de drogadicción, especialmente en jóvenes, la deficiente capacidad del departamento para ser competitivo frente a la dinámica de frontera, los tradicionales actos de corrupción en las entidades oficiales y el aprovechamiento del potencial en turismo ecológico, el cual se convierte en una de las actividades de desarrollo económico sostenible, más importante para esta región del país.