Empieza un nuevo año y el deporte aficionado se hace sentir con la proliferación de travesías, retos, fusiones y, campeonatos para ciclistas aficionados en Colombia.
El domingo 3 de marzo, por ejemplo, son convocados miles en el municipio de Líbano, Tolima, con la ilusión de cumplir con el ascenso al legendario Alto de Letras por la trocha. Para no hablar de que este reto y otros más o menos exigentes acaparan el calendario de quienes no sólo deberán alistar la bicicleta y las ganas para hacerlos, sino también poner a punto el bolsillo, aunque falte lo más importante: el chequeo del corazón.
Porque a pesar de que la noticia cayó en el olvido, vale remozarla con el fin de llamar la atención de las autoridades del Ministerio de Salud, de la Federación Colombiana de Ciclismo y del Ministerio del Deporte sobre la irresponsabilidad en la que incurren los organizadores de travesías, rutas, retos y campeonatos aficionados respecto al rigor que debe haber en la inscripción de participantes. Por la noticia me refiero a la muerte de dos ciclistas que cumplían con el Reto Mariquita-Letras (organizado por Retos MTB Colombia: https://www.facebook.com/events/1562390824299614) el 3 de septiembre de 2023. Los señores Aderley Ramírez y Jorge Alfredo Flórez colapsaron en pleno ascenso hacia el corregimiento caldense donde culmina el "puerto de montaña más largo del mundo" y que arranca a los 660 msnm para alcanzar los casi 3700 de altitud. El diagnóstico del deceso fue, para ambos, de infarto fulminante (https://www.pulzo.com/deportes/dos-ciclistas-murieron-cuando-subian-alto-letras-PP3051289).
Quiero llamar la atención, de nuevo, sobre el hecho, y es que si bien en Colombia es, como en muchas partes del mundo, aceptado que empresas y personas particulares organicen este tipo de eventos de ciclismo aficionado, urgen controles sanitarios más fuertes, exigencia que debe partir del Gobierno hacia dichos organizadores. Estos deberían garantizar que los participantes, al inscribirse, adjunten una Prueba de Esfuerzo certificada por alguna entidad cardiológica reconocida. Así sucede con pruebas como la Santini Stelvio en Italia, que para este año demanda de sus participantes sumar a la inscripción un certificado DATAHEALT o su equivalente internacional.
Oído, Ministerio de Salud, Ministerio del Deporte y Federación Colombiana de Ciclismo: prevenir las muertes de ciclistas en pruebas aficionadas también es deber de ustedes.
P.D.: He cumplido en solitario con el ascenso desde Mariquita, Tolima, al Alto de Letras en tres oportunidades y cada experiencia es casi religiosa. Pero no tanto como para que nos conduzca a la muerte.
