Salta a la vista la incontenible rebelión que se ha tomado todas las toldas políticas en esta campaña presidencial. Lo cierto es que muchos se han declarado en franca rebeldía ante sus jefes naturales, en razón de no querer verse señalados o etiquetados entre el grupo de partidos que apoya a Fico. Obviamente el principal motivo es el desprestigiado Centro Democrático.
Algunos, como los ratones, saltando al agua cuando el barco del uribismo se hunde en las profundidades de su mentor. Otros por dignidad, y futuras conveniencias de la “política dinámica” tan de moda, ante anuncios como este:
“El secretario general y representante legal del Partido de La U, Jorge Luis Jaraba, les hizo un llamado a los congresistas, diputados, concejales y ediles de la colectividad a apoyar activamente las candidaturas de Federico Gutiérrez y Rodrigo Lara. Además, les recordó que está prohibido “constitucional, legal y estatutariamente” apoyar a un candidato diferente”.
Algunos han preferido renunciar a su curul que seguir lineamientos dogmáticos, como los de Dilian Francisca, Pastrana, y la más sonada rebelión de todas entre los liberales a César Gaviria.
Incluso entre las filas del mismo Uribe, pues es un hecho innegable que el #MiVotoEsSecretosky ha sido el punto de encuentro de muchos que van a ir mudando hacia nuevas toldas políticas, en aras de no ver naufragar lo único que saben hacer, es decir, política.
Pero no todos corresponden a los enclosetados “Secretoskys”. Recordemos la razón por la cual Santos, cuando aún conservaba amores filiales con Uribe funda el Partido de la U, con el propósito de armar una tolda neutral donde se pudieran dar cita liberales y conservadores, eternos contradictores y enemigos, para compartir una misma mesa y repartirse la mermelada: “Unidos como debe ser”. O “Bandidos como debe ser”.
La realidad de hoy, y como están presentándose los acontecimientos a solo unos metros de la meta del 29 de mayo, Fico no representa seguridad alguna para la mesa servida que aprendieron estos personajes del clientelismo a compartir.
Su torpeza es evidente y la experiencia del Char con sus 2.5 millones de firmas para su candidatura, y la realidad seca de un poco más de 600.000 votos el 13 de marzo es un claro indicador de que esa platica se perdió. Con Fico ocurrirá algo similar el 29, otra platica perdida, aunque “plata es plata”.
¿Terminarán debajo del alero del ingeniero, en una alocada carrera en menos de ocho días? Inevitablemente, Rodolfo se verá inflado por la desbandada en pánico. Aún no sea su propósito. Pero de algo deben estar seguros especialmente los uribistas: Rodolfo, de ser presidente, hará exactamente lo mismo que Santos. Es decir, no será títere de nadie.
¿Están preparados para esto?