Wilson Díaz es un artista y estaba exponiendo una obra en la Embajada en Gales, pero Carlos Medellín, embajador en el 2007, ordenó retirar la obra. Era un video de Los Rebeldes del Sur cantando vallenato y haciendo una coreografía con armas. No se aceptaba que un grupo de música de la guerrilla de las FARC se expusiera en una embajada.
Esta semana Los Rebeldes de Sur volvieron a sonar, pero no como ellos querían. Neiva celebra este fin de semana las fiestas de San Pedro, uno de los festivales más grandes musicales del país, y una empresa privada había contratado al grupo musical guerrillero para que se presentara en un evento cultural. Pero saliendo de la zona veredal La Carmelita de Putumayo en un jeep, los paró un retén y en la requisa les encontraron US 10 mil y $20 millones en plata colombiana. Los medios estallaron, pero el Fiscal dijo el mismo día que esa plata era legal. El dinero era para pagar los gastos de los 5 miembros de la orquesta durante el festival. Llegaron a Neiva, pero capturados. Cuando se solucionó, los músicos fueron puestos en libertad y los llevaron a un hotel para que continuaran con sus presentaciones.
Esta orquesta saltó a la fama en San Vicente del Caguán. Los guerrilleros estaban acostumbrados a bailar el 'quiebra canillas' su baile típico, al son de Los Rebeldes del Sur, pero la delegación del gobierno, y sobre todo la extranjera, se sorprendieron cuando vieron una orquesta con todo el sabor que había aprendido a tocar en la manigua. De allá salieron los videos de los guerrilleros cantando, y las letras subtituladas al inglés y el francés.
Tocan vallenato, merengue y de vez en cuando alguna salsa. Operaron con sus acordeones, sus guarachas y sus maracas sobre todo en los bloques Oriental y Sur, pero las grabaciones se hacían casi siempre en el Caquetá. De vez en cuando cantaban alguna canción popular, pero casi siempre entonaban canciones propias con mensajes revolucionarios. Desde el proceso de paz cambiaron las tonadas: la guerra y el mensaje de lucha armada no volvió a salir de sus gargantas. Pero cuando mataron al Mono Jojoy, el Ejército incautó su computador y compartió varias de las canciones de la época de combate. Esta es una de ellas.
Después del Caguán la orquesta se acabó. Los bombardeos y los combates terminaron dejando casi nada de tiempo, y cada vez que el Ejército los cogía, acababa con los instrumentos. Cosas de la guerra. Pero en tiempos de transición hacia la legalidad de las FARC la música se regocija. Julián Conrado, de lejos el más famoso e influyente músico de la guerrilla, se presentó en un bar de moda en Bogotá durante el cierre de Filbo. Ahora Los Rebeldes del Sur tienen la oportunidad de hacer parte de las Fiestas de San Pedro. Ambas presentaciones han generado escándalo, pero es un tema que tendremos que aprender a manejar como sociedad.
Sin duda el Caquetá fue el epicentro de la música guerrillera. De allá también son Los Sinsontes del Sur, otra de las más fuertes agrupaciones. Su cantante, Emilio, ha grabado más de 300 canciones. Muchas veces ha colaborado con Los Rebeldes, e incluso hay una confusión generalizada, entre ambas agrupaciones. NC Noticias, la agencia de noticias que creó las FARC, presenta a los dos vocalistas de Los Sinsontes como si fueran miembros de Los Rebeldes. Y en los mismos videos de las FARC aparecen los mismos cantantes como si fueran parte de la banda que nació en épocas de paz, Agrupación Manuel Marulanda Vélez. Pero a ellos al final les da igual si pertenecen a uno u otro, pues las canciones las cantan todos sin problemas de derechos de autor, y la idea de ellos es poder profesionalizar su música.