Cuando pensamos en el poder detrás del trono, generalmente, pensamos en el monje Gregorio Rasputín (1872-1916).
Rasputín nació en Siberia, de padres pobres y vivió como un campesino la mayor parte de su juventud. Este monje adquirió fama cuando se autoproclamó un santo varón, ganando favor con la familia imperial de Rusia después de que, aparentemente, "curara" al hijo del Emperador Nicolás II y de la Emperatriz Alexandra Fyodorovna de la hemofilia, una enfermedad usualmente crónica e incurable.
La influencia que Rasputín ejerció en los -asuntos del Estado- culminó en su bien conocida muerte violenta y en la Revolución Rusa de 1917.
Símiles contemporáneos en Colombia
La historia reciente de Colombia posee algunos símiles. El ejemplo más relevante para los colombianos es lo que está ocurriendo, en el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Se menciona que las penurias por las noticias de corrupción le estarían ocasionando al presidente Petro, una fisura a su muy labrada y cuidada reputación, de ser el adalid anticorrupción. Se dice incluso que, una frase que lo describiría sería: "El presidente que, sin robarse un centavo, tuvo en su gobierno muchos corruptos que sí se lo robaron".
Desde las sombras del poder del Estado, en donde se incluyen gobernaciones, alcaldías y entidades descentralizadas, hay muchos "Rasputines y Rasputinas" gobernando de modo paralelo, como lo hiciera Rasputín. Estas acciones son difíciles de controlar por los gobernantes.
Lo hemos visto en los diferentes casos de corrupción, que han sido sacados a la luz por el mismo Presidente, quien no le ha temblado la mano para denunciar, a personas en quiénes depositó su confianza y, que traicionaron su buena fe.
Pero, sigamos con «Las Rasputinas» que están presentes en todas las instancias del estado, algunas son nuevas en el menester político, pero, sus alcances son verdaderamente sorprendentes, se dice que, en el Palacio de Nariño hay varias (Rasputinas) otras de estas, en diferentes partes del país, ya han pasado por administraciones públicas y saben "dónde ponen las garzas" se dice que, sin el visto bueno de ellas, no se mueve ni un hilo del poder.
Es más, se menciona que, entre los Rasputines que se pasean por el Palacio de Nariño, hay una -Rasputina-, una figura con un poder y unos alcances enormes.
Estos Rasputines están en cada rincón del Estado, y su labor no es contribuir al "Gobierno del cambio," sino acceder a los beneficios personales que da el poder, algunos vienen de gobiernos pasados otros y otras, son nuevos en la ingnominiosa práctica del saqueo estatal, pero, se volvieron 'expertos' en robarse los recursos públicos.
