Los Rabanes: de la fama con Emilio Estefan a ser una banda de culto con más de 30 años de experiencia

Los Rabanes: de la fama con Emilio Estefan a ser una banda de culto con más de 30 años de experiencia

Por canciones como “My commanding wife” o “Señorita a mi me gusta su style”, los admiran músicos de todo el continente, como anoche se vio en su show en Bogotá

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noviembre 24, 2023
Los Rabanes: de la fama con Emilio Estefan a ser una banda de culto con más de 30 años de experiencia

Pocas bandas tienen la capacidad de anticipar las tendencias y de reinterpretar los géneros de moda como Los Rabanes. Lo hicieron con el ska (Señorita a mí me gusta su style), con el vallenato (Carta de amor), con la música mexicana (La vida) y hasta con reggaetón. 

Mientras algunas personas escuchaban Gasolina y se preguntaban qué carajo es esto, estos músicos de Chitré (Panamá) se juntaban con Don Omar y hacían el que muy probablemente haya sido el primer tema de reggaetón con rock: Rockton. Un sacrilegio para la época, del que salieron bien librados porque el género urbano por excelencia apenas comenzaba a desarrollarse. 

Pero el talento no se limita a las tendencias o a la capacidad de pegar éxitos de momento y, paradójicamente, en 2007, en una época donde los sonidos alternativos habían sido marginados casi por completo de los medios de comunicación, Los Rabanes se ganaron un Latin Grammy a mejor álbum de rock grupal (Mejor Álbum Vocal Rock Dúo o Grupo) por su disco Kamikaze

En Kamikaze estaban varias canciones que podrían funcionar como resumen de la trayectoria de Los Rabanes. En el disco la banda retomaba el ska de sus inicios con Ella se mueve cruel, volvía al discurso político en canciones como Bala, mientras que en Tiempos de rock and roll, donde estaba invitado el icónico músico mexicano Alex Lora (El Tri), remarcaban que entre su mescolanza de ritmos antes que nada son una banda de rock.

En los siguientes años, ambas facetas se potenciaron. Los Rabanes continuaron rompiendo ese sello de banda pop que el mainstream solía ponerle a agrupaciones de la época como Los Amigos Invisibles, Kinky y otras agrupaciones que hacían “rock fiestero” (por llamarlo de algún modo) y lanzaron Demons on fire, –otra– pieza de culto de su discografía. 

La mescolanza siguió presente. Volvieron a hacer canciones de reggaetón, pero fieles a su estilo, con talentos panameños como Mr Fox, Japanese o Aldo Ranks (el de El baile del pescao Watiti, la canción de Karol G en la película de Barbie), que no habían tenido la misma repercusión internacional que otros artistas de moda. Todas estas canciones salieron en dos álbumes que se llamaron Urban rock, un género que como pioneros les cuadra bastante.

Tampoco han tenido prejuicios a la hora de cantar o tocar éxitos de otros, sin importar que se trate de De música ligera de Soda Stereo, Un millón de amigos de Roberto Carlos o incluso Qué tiene la noche de Carlos Vives, donde acompañaron a Chacho Ramos, un reconocido interprete de la música tropical de Panamá. 

El paso de Los Rabanes por Bogotá

Anoche fue evidente que aunque tengan más de 15 discos y 30 años de trayectoria, el público –y sobre todo el bogotano– tiene especial cariño por el disco homónimo que Los Rabanes lanzaron en el año 2000 y en particular por las tres canciones que lo popularizaron: My commanding wife, Señorita a mí me gusta su style y Perfidia

Pero los asistentes de la primera ola también gritamos presente. Y para nosotros también había cariñitos: Reggae punk Panamá, Un suicidio en Nueva YorkDe coloresTengo un mal presentimiento y el infaltable toque político con Colonia Americana: ¡No!, que no pudo tener un invitado más adecuado que Alex de La Severa Matacera. 

Es que otro detalle bonito del show, fueron los invitados. Luego de tantas giras y de convertirse en una banda de culto para muchos músicos latinoamericanos, Los Rabanes se han ganado –otros– amigos con quienes comparten una admiración mutua en distintas partes del continente. 

En este caso fueron Martinika de Altogrado aportando su vibra en Tus caprichos, La Tenaz metiéndole su toque arrabalero a Quizás, quizás, quizás, Bako de The Mills en una extraña pero deliciosa versión de Perfidia y Mario Muñoz de Doctor Krápula, acabado de aterrizar de un vuelo proveniente de Alemania, interpretando Money.  

Antes de irse los chicos tenían que hacer su ya clásica Bam bam, y ponernos a corear su simpática y filosófica frase: “el hombre busca el pedazo, aunque sean primas de Betty La Fea”. Es broma, pero esa canción siempre me hace reir.

No sin antes, interpretar Ron y tequila, el primer corte del nuevo álbum, que desde hace más o menos un año están creando con Emilio Estefan. El crack de la producción que ha trabajado con Shakira, Gloria Estefan (obviamente) y en el disco homónimo de Los Rabanes, que hizo que muchos de nosotros los conociéramos, por allá a comienzos del nuevo milenio. 

Esta noche repiten, pero en el sur de la ciudad, en Def Jamaica y esta noche tendrá otros invitados, posiblemente otro setlist. Así que aún están a tiempo de ver una las bandas de rock más eclécticas, más constantes y más serias que ha dado este continente. 

Bueno, lo de serias lo pondría en duda, pero el resto de cosas dichas en este artículo no. 

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