Pasto, marzo 14 de 2023
Doctor
Gustavo Petro Urrego
Presidente de Colombia
Respetuoso saludo
Yo conocí de su accionar político, desde que se acogió al proceso de paz con el M19. Y siempre me admiré de sus luchas memorables en el Senado. De cómo no lo han matado en este platanal de sectarios y mafiosos, dado su valor para enfrentarlos y denunciarlos en las plazas públicas como en el congreso, desde que se tomaron el país en los últimos cuarenta años, desde la aparición del señor de las sombras en la palestra pública.
Usted fue elegido gracias a su valor, a su entereza moral y a su persistencia, a pesar de los esfuerzos de la derecha extrema por impedirlo. Y esa godarria se retuerce de dolor al ver perdido el erario público que usaron por centurias. Y piensan, sueñan derrocarlo. La saña y sevicia de la prensa arrodillada tipo Semana lo ataca sin compasión. Sus dueños se oponen a sus reformas que son inaplazables: salud con equidad y de calidad, reforma agraria decidida, reforma pensional, educación gratuita universal e internet de alta conectividad hasta en los lugares más apartados del territorio. Y algo muy importante que es la transición a las energías renovables, todo lo cual permitirá que su ambicioso plan de paz se realice. Algo tan esquivo, criticado, vilipendiado y desconocido incluso por muchos seguidores, que hoy va calando en el imaginario colectivo, menos en la escasa materia gris de tantos godos miserables y delictivos que viven felices e indiferentes en sus burbujas de confort mal habido, alejados de esta patria ensangrentada.
Como millones de sus electores, sigo creyendo en su proyecto político, y que al final de su gobierno habrá logrado algo histórico, hacer que nos sentemos a dialogar con todos los actores responsables de nuestros profundos conflictos, porque colombianos somos todos: los paracos, los guerrilleros de todos los grupos, los bandidos del golfo, los mafiosos, los delincuentes corrientes, las fuerzas militares y de Policía, la sociedad civil, todas las partes que tienen que decidirse a actuar de modo sincero y proactivo para dejar de matarnos.
Sin embargo, integrantes de su familia directa, hoy están involucrados en presuntos escándalos, impresentables y nocivos en el caso de un hombre como usted, que ha combatido como nadie y fustigado sin miramientos a los corruptos y a los delincuentes. A usted la "gente de bien"no le perdona nada, por lo cual espero fehacientemente que su hijo y su hermano, salgan indemnes de las investigaciones, y que de no ser así, tenga el coraje de procesarlos si en verdad son culpables, para bien del país y de nuestro movimiento político que hoy gobierna con más aciertos y errores, pero sobre todo con entereza y con ética.
Señor presidente: usted ha escudriñado las vísceras de este territorio infestado de corrupción y cooptado por una mafia dirigida por un anciano decrépito, que aún se revuelca de furia y de impotencia ante la derrota en las urnas; usted que pelea por la equidad y la justicia social, afecta a ciertas familias que se creen de rancia estirpe, que se quedarán sin los billones de presupuesto que usufructuaron por siglos, pues ahora se destinarán a la inversión social.
El triunfo que logró en elecciones francas, lo intentarán cercenar con toda clase de artimañas y maniobras de furibunda bajeza, incluso con la destrucción moral de las altas cortes. El consejo de Estado lo demostró al impedir su decisión de manejar directamente los servicios públicos, para frenar los abusos en la materia, algo perfectamente legal, dicho por grandes juristas. Es verdaderamente preocupante.
Pero lo exhorto respetuosamente a que siga con mayor ahínco peleando por este pueblo. Usted nunca se da por vencido, la extrema derecha seguirá tratando de enlodarlo y bloquear sus reformas. Yo le sigo creyendo y defendiendo su programa de gobierno, sé que es un hombre honrado y eso la estorba a la turba de bandidos "gente de bien" que hoy lo persigue sin miramientos.
Su crimen ha sido pensar en acabar con los pobres, no a punta de bala, como sucedía en todos los gobiernos anteriores, sino mejorando las condiciones generales de los más desposeídos, casi veinte millones de seres que le siguen y lo respaldan esperanzados deseando que se acaben las desigualdades infames que hoy les aquejan.
Ni un paso atrás señor Presidente.
No desfallezca ahora, que más de doce millones de votantes lo respaldamos y lo admiramos, defenderemos su proyecto político de hacer de esta nación un territorio de paz total prodefensa mundial de la vida.
Fernando García Ortega, MD