El pasado 2 de mayo fueron instaladas las sesiones extraordinarias del Concejo de Pasto para el estudio del Plan de Desarrollo municipal Pasto educado constructor de paz 2016 – 2019. Este documento guiará a la ciudad e incidirá en la vida de más de 430.000 habitantes durante la administración de Pedro Vicente Obando.
A lo largo de sus 310 páginas, el documento presenta un diagnóstico, las estrategias, el plan plurianual de inversiones y un sistema de seguimiento y evaluación para lograr los objetivos y metas del Plan, siendo el eje del mismo “la defensa integral de los derechos humanos y la naturaleza, el cuidado y defensa de lo “público”.
El Plan plantea una inversión de 2.079.965.148.000 para el cuatrienio 2016-2019 ejecutado a través de Pactos que contienen Rutas Especializadas, desarrolladas por Programas. Estos Pactos y su asignación presupuestal dan cuenta de los énfasis planteados por la actual alcaldía.
- Pacto por los Derechos Sociales: En este Pacto está concentrado el 75% del presupuesto del Plan e involucra Educación (37,9% del presupuesto), Salud (33,4%), Cultura (1,6%), Recreación y Deporte (0,8%) e Inclusión social para cerrar brechas (1,4%)
- Pacto por la Seguridad, Convivencia y Paz: con una participación del 4% de los recursos del Plan dedicados a seguridad, justicia y convivencia hacia la paz y prevención, protección, atención, asistencia y reparación integral de victimas (0,4% del presupuesto)
- Nuevo Pacto con la Naturaleza: Importa el 16,7% del presupuesto del Plan e incluye gestión ambiental municipal, agua potable y saneamiento básico, gestión integral del riesgo, Vivienda, Movilidad y transporte, espacio público incluyente como escenario de convivencia, sensibilidad y conciencia social para la paz.
- Pacto por un Desarrollo Económico, local e incluyente: Incluye los programas ruralidad sostenible, agroecológica y equitativa (0,4% del presupuesto), fortalecimiento empresarial, empleo decente, emprendimiento y generación de ingresos con enfoque de género y generacional (0,6%), Infraestructura para la inclusión económica (0,8%) y fortalecimiento integral de las plazas de mercado (0,7%). La asignación presupuestal de esta línea para el cuatrienio asciende a $50.640.773.000 que representan el 2,4% de los recursos del Plan. (p.296)
- Pacto por un Gobierno Abierto y Participativo: Representa el 1,8% del presupuesto y se relaciona con fortalecimiento del desarrollo social comunitario y el buen gobierno.
Entre las fortalezas del Plan destacan la participación de la comunidad en su construcción. En el proceso se vincularon más de 8.500 personas en dos rondas de diálogos (55,2% fueron mujeres) logrando la anexión de varios de los temas tratados en el documento radicado en el Concejo.
También sobresale el diagnóstico serio y en profundidad sobre la situación del municipio con una metodología que permite incluir las situaciones positivas, los problemas identificados, su localización y un resumen general del sector.
Este diagnóstico muestra que en educación la mayor debilidad versa sobre los recursos que se han asignado tanto a nivel municipal como a nivel nacional. En salud se referencia el problema que ha implicado para la garantía del derecho fundamental a la salud la ley 100 y la concepción de negocio que defienden las EPS e IPS.
Entre los indicadores más alarmantes están el desempleo que superó el 13,5% y la informalidad que para el 2014 estaba por encima del 64%. La ciudad de Pasto presenta uno de los déficits de espacio público más altos del país (85,3%) y sólo 2,2 m2/hab., de espacio público efectivo en el sector urbano. Además, de 2003 a 2015, el parque automotor ha crecido en un extraordinario 311,5% con un incremento de 439,4% en las motocicletas, generando un problema en tráfico y movilidad que se acrecienta con la falta de infraestructura para el transporte público y alternativo.
Finalmente, son elementos positivos del Plan la propuesta de Pasto educada y educadora como un factor dinamizador del desarrollo humano integral y la mirada prospectiva en un escenario de postconflicto que le apuesta a respaldar las negociaciones de la Habana y Ecuador buscando “consolidar un proceso con amplia base ciudadana, que genere impactos sociales, culturales, políticos y sostenibles en el tiempo.”
En la otra orilla del Plan están sus debilidades. Aunque el énfasis en educación es importante, este debe ser complementado con un fortalecimiento de la ciencia y la tecnología que produce el municipio. El impulso a la investigación, avances técnicos y tecnológicos para el campo y los procesos productivos y administrativos se puede fortalecer con apoyo a las instituciones de educación superior que hacen presencia en la ciudad. También debe expresarse y materializarse que el desarrollo de la jornada única que propone el Plan no se asemeja en nada a la propuesta del Ministerio de Educación y sus nefastos resultados en calidad. Hasta que la infraestructura, la capacitación docente y el incremento presupuestal no sean ciertos, la jornada única no contribuye a fortalecer la educación y el municipio.
Si bien se anuncia la defensa de lo público como política de gobierno, esta no se materializa en el documento con un programa suficiente que trascienda el buen gobierno. Es necesario establecer una política pública a mediano plazo para fortalecer las empresas en las cuales el municipio tiene participación.
Aunque se hace un diagnóstico sobre la necesidad de fortalecer el aparato productivo para hacer frente a dos grandes flagelos relacionados: El desempleo, empleo informal y la delincuencia. Esta visión no se concreta en el Plan y los programas asociados (ruralidad sostenible y fortalecimiento empresarial) son absolutamente insuficientes al contar con una asignación presupuestal del 1% del total del Plan de Desarrollo.
Territorialmente se asume el concepto de Ciudad-Región como guía que implica reconocer las relaciones del territorio que desbordan los limites político-administrativos dispuestos por la división formal en municipios (p.21) y establecer conectores que incluyen áreas rurales y urbanas de los municipios con los cuales se relaciona la ciudad de Pasto, para buscar establecer políticas equitativas e incluyentes que permitan mejorar las condiciones de vida de los nariñenses. La debilidad radica en que este enfoque acertado no se desarrolla ni se concreta en ninguno de los programas que conforman el Plan de Desarrollo.
Por último y de especial preocupación es la gestión del riesgo en un municipio que se ubica a las faldas del Volcán Galeras. Con sólo el 0,3% del presupuesto, Nuevamente el Plan comete el error de no desarrollar propuestas encaminadas a fortalecer los procesos de educación, compra de predios, reasentamientos y demás medidas necesarias para mitigar el riesgo asociado con el Volcán en particular y demás fenómenos naturales en general.
Esta breve revisión plantea consideraciones generales sobre un documento fundamental para el desarrollo de Pasto, y extiende una invitación a la comunidad para interesarse por la formulación y aprobación del Plan de Desarrollo y demás temas que se discuten en el Concejo que son importantes para el futuro del municipio y el de sus habitantes.
@IntiMesias